El martes 14 de mayo, Interfel votó una nueva norma para la venta directa de albaricoques. Establece "las reglas de calibrado y envasado actualmente en vigor para los minoristas".
Según la Confederación de Campesinos, provoca costes muy elevados para los campesinos y amenaza directamente la venta directa de albaricoques del productor al consumidor. Denuncia, en su comunicado, que esto fuerza a los campesinos "a equiparse con materiales costosos de calibrado y a sellar todos los albaricoques en envases cerrados".
"Estas disposiciones constituyen un ataque contra la venta directa, el verdadero salvavidas para numerosos productores que intentan escapar del estancamiento de los circuitos largos. Van a suponer un aumento del tiempo de trabajo y de las inversiones suplementarias inútiles", afirma la confederación.
También ha señalado con el dedo al resto de sindicatos agrícolas que han votado por la medida incriminada.
Los precios de los albaricoques no dejan de bajar. Con la helada que llegó al país, no se prevén cambios en la situación. "Si no se hace nada, va a haber un desequilibrio enorme en cuanto a los albaricoques. En Drôme, vamos a arrancar los albaricoqueros. Todo lo que arrancamos se vuelve a plantar en España", explica André Bouchut, representante de la Confederación de Campesinos, a Interfel. Solicita el establecimiento en Europa de "precios mínimos de entrada", es decir, la prohibición para un país vecino de exportar sus productos por debajo de un precio determinado.
Fuente: ouest-france.fr