Aguaceros, trombas de agua y tormentas de granizo: el mal tiempo no le ha dado un respiro a los campos de la región italiana de Apulia, y en las previsiones para los próximos días todavía se habla de lluvias.
"En estos momentos, la situación no es la mejor", lamenta Gianluca Giorgio, joven empresario agrícola. "La lluvia persiste y también hay vientos fuertes. Para los próximos días se esperan lluvias de nuevo. Mis campos se encuentran sobre todo en Acquaviva delle Fonti, pero tengo otros en Agro di Gioia del Colle y Santeramo, todos en la provincia de Bari. Cultivo cerezas, albaricoques, melocotones y ciruelas".
"Los daños, el menos en nuestras zonas, no los ha causado el granizo, sino el exceso de lluvias interminables", continúa Gianluca. "Las más abundantes se registraron el martes (noche/día) y fueron las que más daños provocaron, sobre todo a las cerezas Bigarreau, en plena maduración, con pérdidas de entre un 90 y un 100%, mientras que las lluvias del jueves también afectaron gravemente a la variedad Giorgia, de la que se ha perdido un 50%".
En otros cultivos, el empresario no habla de daños graves, porque las frutas todavía se están desarrollando. "Los daños son casi inexistentes en albaricoques, melocotones y ciruelas. Hay algunos en estas últimas, pero irrelevantes en comparación con lo que les ha ocurrido a las cerezas. El lunes por la mañana [por lunes 20 de mayo] espero las inspecciones de las autoridades de la región de Apulia en mis campos. Mi municipio ha solicitado la declaración de zona catastrófica".
"En la zona, todos los agricultores están en el mismo barco, con daños más o menos graves. Todos por el exceso de lluvia provocado por el cambio climático. Trabajar e invertir en nuestras tierras es cada vez más duro y se ha convertido en una partida de póker", concluye Gianluca.
Según Savino Muraglia, presidente de la asociación Coldiretti Puglia, en la provincia de Lecce las sandías se han llevado la peor parte por la ola de mal tiempo que ha golpeado en la última semana.
"Es una verdadera catástrofe para las sandías, con campos inundados y plantas destruidas. Además de las sandías, los plantones de melones se han echado a perder y las hortalizas se han podrido", añade el presidente de Coldiretti Lecce, Gianni Cantele.