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Un exdirector de Chiquita quiere desatar una revolución en el mercado bananero

Franklin Ginus trabajó como director para Chiquita en el Benelux, Francia, Europa central y oriental durante nada menos que 24 años. El verano pasado dejó su puesto para lanzar con su amigo Randy van Dinter la marca BeFrank. La nueva marca de bananas tiene como objetivo hacer que el mundo sea más justo y habitable. “A pesar de todas las iniciativas de sostenibilidad, todavía no hay una banana justa. Puede sonar activista, pero quejarse al margen no tiene sentido. Quiero asumir el reto y hacer todo lo posible para abordar el problema. Vamos a comercializar una banana dentro del marco de un comercio justo en el que la transparencia es una condición previa para dar cualquier paso".



Con BeFrank, Franklin quiere ir un paso más allá que la marca Fairtrade. "La mayoría de las bananas son extremadamente baratas. Eso indica que las consecuencias de, por ejemplo, los salarios bajos, el cambio climático, el trabajo insalubre y el agotamiento del agua no están incluidas en el precio. Estos costes no se repercuten en el precio, por lo que el consumidor no los ve. Sin embargo, estos costes no desaparecen, están ahí. A menudo, la comunidad soporta estos costes, por lo que se les llama costes ocultos, como sigue siendo el caso treinta años después de la introducción de las bananas Fairtrade. Cuando los consumidores ven la marca o el logotipo de Fairtrade, inmediatamente piensan que están haciendo una buena compra; en cierta medida eso es efectivamente así, porque Fairtrade ha hecho muchas cosas buenas en los últimos 30 años. Hay muchos consumidores que compran productos Fairtrade, lo cual está muy bien, pero lo que no sabe el consumidor es que hay muchas cosas que todavía no están cubiertas por un certificado de este tipo".



“En BeFrank creemos que si logramos ser transparentes y hacer que los costes ocultos sean visibles al poner en marcha programas con este objetivo, podremos comercializar una banana completamente sostenible. Después de muchos cálculos, llegamos a un nivel de precios de 2,29 euros por kilo para las bananas convencionales y de 2,49 euros por kilo para bananas ecológicas maduradas. Creemos que con estos precios todos en la cadena ganan el margen correcto. No a todos les gustará, pero también hemos publicado en nuestra web la clave de reparto de los márgenes. Se necesitan unos nueve meses para que una banana esté en el frutero de nuestras casas. Simplificando un poco las cosas, hay productores, exportadores, maduradores y supermercados que tienen que ganarse la vida. En BeFrank queremos repartir las ganancias de manera justa para poder darles una vida digna a los productores, pero sin olvidar el resto de la cadena, que también recibe un margen decente", dice Franklin.

Los comerciantes que deseen participar en la revolución bananera de BeFrank y que tengan al menos la certificación Fairtrade, están invitados a enviar un correo electrónico a franklin@befrank.world

Se podrá leer una extensa entrevista en la revista especializada AGF Primeur que se publicará a finales de esta semana.

 

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