¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

Argentina: Premiada la investigación sobre el control biológico de la carpocapsa

Tres científicos argentinos han sido premiados por su investigación en la gestión sostenible de las plagas de la carpocapsa, una de las plagas más importantes que afecta a la fruta de pepita del país y que causa inmensas pérdidas económicas.

Los integrantes del equipo de investigación son Liliana Cichón, Silvina Garrido y Jonatan Lago, quienes trabajan en la Estación Experimental Alto Valle del INTA, ubicada en Guerrico, desde el 2004

Su trabajo se presenta bajo el nombre “Incorporación de agentes de control biológico nativos en el manejo sanitario de plagas de frutales”, y a través de él llegaron a la conclusión de que produciendo a gran escala un insecto nativo enemigo natural de la carpocapsa e introduciéndolo en el monte se puede controlar la plaga y al mismo tiempo se reduce el uso de insecticidas en un 80%, entre otros beneficios. El insecto utilizado es una pequeña avispa, de no más de tres milímetros, autóctona de la Argentina, que parasita larvas de polillas y mariposas. Su nombre científico es Goniozus legneri. Esta avispa fue reconocida por primera vez en la región en 2005, en montes con presencia de carpocapsa.

La investigación de Cichón, Garrido y Lago consistió en la implementación de esta herramienta de control biológico con especies nativas sumada al uso de otras técnicas como la utilización de feromonas de confusión sexual y corredores biológicos, y el monitoreo constante.

La experiencia se repitió tres temporadas y se consiguió “el control de las plagas con una disminución en el uso de insecticidas en un 80%, minimizando el impacto ambiental, los costos económicos, el uso de maquinaria y el consumo de combustibles fósiles y agua”, señalaron. Otro elemento a destacar es que se logró sin introducir especies indeseadas y garantizando el equilibrio ecológico del agroecosistema.

Este proyecto argentino compitió con otros 29 proyectos innovadores de otros países, logrando la mención especial en el Concurso Internacional Innovagro 2019. La entrega de premios se realizará el mes que viene en España.

 

Fuente: rionegro.com.ar

Fecha de publicación: