En la región de Apulia sigue lloviendo, incluso muy intensamente. Las precipitaciones provocan el rajado no solo de las cerezas, sino también de los albaricoques, melocotones y nectarinas. Los comerciantes y la gran distribución están buscando frutas de calidad, es decir, no dañadas por el granizo y la lluvia, y de un tamaño adecuado. La mayoría, de hecho, es de un tamaño más pequeño que el requerido.
"Las nectarinas tempranas comienzan a agrietarse y, en general, podría registrarse un 20% de disminución o de daños en melocotones y nectarinas en toda la península por el mal tiempo. En casi todas las variedades, se ha producido un retraso de alrededor de 10 a 15 días, lo que lleva a un solapamiento de la maduración de las diferentes variedades, que consecuentemente se cosecharán en el mismo período, incluyendo las variedades Francoise, Sagittaria, Mycrest y Bordò", comenta Nicola Bollino, productor de la región entre San Ferdinando di Puglia y Trinitapoli, ambas localidades situadas en la provincia de Apulia.
"Además, se ha creado una selección natural entre los que producen calidad y los que producen cantidad”, continúa Nicola. “Quien se centra en la calidad tiene una buena respuesta del mercado en términos económicos, ya que los productos de calidad escasean. Los calibres más pequeños, por otro lado, se quedan sin vender, en algunos casos. Cabe señalar, sin embargo, que el frío no está impulsando el consumo".
"Sin los calibres correctos, este año no se puede ir a ninguna parte. El aclareo tardío debido a la falta de mano de obra y un mayor número de frutos dejados en las ramas han empeorado la situación. Los que lograron actuar a tiempo y con mayor profesionalidad, ahora podrán sacar ventaja".
"El aspecto que no se debe subestimar es el relacionado con la demanda de la gran distribución, que no quiere productos dañados por el granizo o la lluvia", concluye Nicola.