El productor de frutas Karel Paesmans, de la provincia belga de Limburgo, regaló 50.000 kilos de peras el domingo pasado. Con este acto, el productor quiere dejar claro que en las circunstancias actuales el sector ya no tiene futuro. “El veto ruso y las subvenciones europeas a los agricultores de Europa del Este, que incentivan la plantación de árboles frutales, han provocado que el mercado europeo esté inundado de fruta de pepita. El sector frutícola belga está en una situación muy mala y, si no actuamos, el sector no sobrevivirá", dice Paesmans.
Aunque obviamente a la gente le gusten las peras gratis, le da mucha pena ver a los productores de frutas en esta situación. "Debido a decisiones políticas, los productores están en apuros", dijeron los visitantes. “También acudieron algunas organizaciones que van a donar la fruta a las personas más necesitadas. Creo que es bueno ver que la fruta todavía tiene un buen destino", dice Karel. Se han regalado aproximadamente la mitad de las peras, el resto se les dará a las vacas.
Para el productor no está claro qué pasará después. "Si las cosas no cambian rápidamente, el sector frutícola europeo comenzará a reducirse de una manera drástica. ¿Es eso lo que Europa quiere? ¿Dar al mismo tiempo subvenciones para plantar y para arrancar árboles frutales?".
"Además de cultivar fruta, también la suministramos a las empresas e imprimimos sobre la piel de la fruta. Somos una empresa moderna que invierte en el futuro, pero desafortunadamente no tenemos influencia en la situación de las ventas de fruta de pepita", concluye Karel.
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Karel Paesmans
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