Ha sido un fin de semana para no recordar para muchos agricultores en la región de Salento, el tacón de la bota italiana. Entre el sábado y el domingo 1 y 2 de junio, los municipios de Monteroni, Galatina, Sternatia, Poggiardo, Surano, Ruffano, Parabita, Matino y Guagnano fueron azotados por fuertes lluvias y violentas tormentas de granizo que causaron graves daños (en algunos casos incluso la destrucción completa) en los campos de sandías, melones, tomates, calabacines, patatas y otros vegetales.
"El sábado pasado, alrededor de las dos y media de la tarde (durante aproximadamente media hora) hubo una tormenta de granizo con bolas de hielo del tamaño de una nuez. Eso supuso la destrucción total de mis cultivos”, cuenta Andrea Giannini, técnico de la explotación agrícola Giannini Santo di Galatina. "Se tendrán que dejar en el campo sandías, minisandías, calabacines y melones porque ya no se podrán comercializar".
"Creemos que podremos recuperar todavía una pequeña parte de los calabacines. En el resto de variedades, los frutos se encuentran en un estado irreversible. En las plantas de sandías, por ejemplo, ya había frutos visibles de alrededor de medio kilo. Todo ha quedado destruido".
"Las únicas que aún pueden comercializarse podrían ser las patatas, incluso provenientes de las plantas que muestran daños. Si el tiempo en las próximas semanas es moderado, quizás aún podamos cosecharlas. Si continúa lloviendo, las plantas de patatas enfermarán y la enfermedad alcanzará el tubérculo que está debajo de la tierra".
Una repentina tormenta de granizo, con una fuerza destructora sin precedentes, dañó a las explotaciones agrícolas ya gravemente afectadas por otras continuas adversidades meteorológicas, en una zona de Italia particularmente importante en cuanto a producción hortofrutícola.
"Estamos desesperados. Desde hace meses, el mal tiempo no nos ha dado un respiro. Esperemos que las instituciones competentes nos ayuden a enfrentar la situación. Los proveedores de plantas de semillero nos dan la oportunidad de pagar cuando se venda la cosecha. Ahora que no la podremos comercializar, va a ser un verdadero problema para todos nosotros. De momento, solo en mi caso, he contabilizado daños por valor de unos 30.000 euros".
Gianni Cantele, presidente de la asociación agrícola Coldiretti Lecce, explica: "El balance de la enésima adversidad meteorológica, la quinta en solo dos meses de esta loca primavera, es demoledor. Las producciones agrícolas en el campo no han tenido tregua, totalmente perjudicadas por el mal tiempo. Las campañas han sido arruinadas en un momento particularmente delicado para la agricultura".