El jueves llegó desde Sudáfrica al puerto de Róterdam el primer barco de cítricos de la nueva temporada. El Crown Garnet atracó en el muelle de Merwehaven de Róterdam, que antes del 2009 contaba con numerosas cámaras frigoríficas para el almacenamiento y el trasbordo de fruta. Por eso, esta parte del puerto se conoce como "el puerto de la fruta". Ahora solo Peter van de Laar, gerente comercial de la compañía Rotterdam Fruit Wharf, resiste en esta parte del puerto, antaño tan bulliciosa. La compañía de servicios logísticos es parte del grupo Sea-invest y se ocupa de los contenedores de fruta en nombre de sus clientes.
El Crown Garnet es un buque frigorífico convencional que navega en la ruta desde los puertos sudafricanos de Durban, Puerto Elizabeth y Ciudad del Cabo a Róterdam y San Petersburgo. El servicio es prestado por Seatrade y Baltic Shipping y forma parte de la Reefer Alliance.
Peter van de Laar, Hans Leezer y Mario van der Velde
Pomelos
El barco viene cargado con un gran cargamento de pomelos de Sudáfrica. Los sudafricanos esperan un buen mercado para estos cítricos debido a una cosecha más pequeña este año y un mercado casi vacío en Europa. A Sudáfrica le vienen bien estos buenos precios para los cítricos en estos momentos porque la economía del país cayó más de lo esperado en el primer trimestre. Sin embargo, el cultivo de cítricos en el país va por el buen camino y, por lo tanto, puede brindar cierto alivio al sector agrícola de Sudáfrica, que está particularmente afectado.
Del buque frigorífico al almacén frigorífico
En el muelle de Merwehaven, Peter observa cómo se descarga el primer barco. En el muelle, los contenedores reefer, que se encuentran en la cubierta superior del buque frigorífico, se abren inmediatamente y los palés con cítricos se introducen en los almacenes frigoríficos que tienen una capacidad total de 20.000 palés distribuidos en 30 cámaras de enfriamiento diferentes. Allí la KCB, la Oficina de Control de Calidad de los Países Bajos, y la aduana efectúan la inspección regular, después de lo cual el cliente puede recoger los palés y llevarlos a la ubicación deseada. "Todo a un precio mucho mejor que el de las grandes compañías navieras", dice Peter. “Después de todo, no tenemos que cobrar al cliente gastos por manipulación en la terminal (THCs), ni cargos por documentos de terminal o transporte adicional. Eso puede ahorrar unos cuantos cientos de euros en costes por contenedor".
Para más información:
Peter van de Laar
Rotterdam Fruit Wharf
Tel.: +31 (0)10 2215000 (Países Bajos)
info@sea-invest.nl