Myiopardalis pardalina es una plaga que afecta especialmente al melón y que suele provocar significativas pérdidas de cosecha. Esta plaga está incluida en la lista de alerta de la EPPO (Organización Europea y Mediterránea de Protección Vegetal) porque puede suponer una amenaza a los cultivos de melón de la región de la EPPO, en particular en el sur de Europa y el norte de África.
La mosca del melón de Baluchistán, Myiopardalis pardalina Bigot, también llamada mosca rusa del melón (Diptera: Tephritidae), es un organismo relativamente nuevo que se encuentra en los cultivos de cucurbitáceas en Kazajistán. Esta plaga tiene una amplia distribución en regiones templadas, tropicales y subtropicales del mundo, entre ellas el Sudeste Asiático, India, China, Japón, Nepal, Oriente Medio, África y varias islas del Pacífico. Es una plaga que puede atacar tanto a flores como a frutos, además de a los tallos e incluso a las raíces. Se pueden producir graves ataques antes incluso de que la fruta haya cuajado, al desovar en flores masculinas sin abrir y flores femeninas, y las larvas pueden desarrollarse incluso en los tallos y peciolos.
En Kazajistán, las cucurbitáceas son los principales cultivos, producidos en una superficie de más de 80.000 hectáreas, con un 70% concentrado en el sur del país. La mayoría de los melones se exportan a Europa y Rusia. Debido a la importancia económica de las cucurbitáceas y su sensibilidad a enfermedades y plagas, los científicos están tratando de crear nuevas variedades de melón resistentes a enfermedades y plagas en las condiciones del sur de Kazajistán.
Los científicos del Instituto de Investigación Zakajo de Protección y Cuarentena Vegetal de Almaty y la Universidad de Tecnología de Białystok (Polonia) han investigado el ciclo de desarrollo de la plaga y han evaluado la eficacia de los insecticidas de los grupos piretroides, organofosfatos y neonicotinoides en el control de Myiopardalis pardalina en plantaciones de melón en las condiciones de Sudeste Asiático.
Para el estudio se probaron tres tipos de trampas (feromonas, pegamento y cebo) para controlar las moscas en cuarentena. La aplicación de tiametoxam/cihalotrina (A) y clorpirifos/cipermetrina (B) en la variante A, B, A con dosis de 0,2, 0,5, 0,2 l/ha fue más efectiva que las aplicaciones triples de clorpirifos/cipermetrina en la variante B, B, B con dosis de 0,7, 0,7, 0,7 l/ha durante la temporada de crecimiento. Entre todas las trampas empleadas, el grado más bajo de daños en los melones (8,8%) se observó únicamente en la variante con 10 trampas de feromonas por hectárea, donde el rendimiento del cultivo fue ligeramente superior que en el caso del resto de trampas (16,63 t/ha).
Los científicos concluyen que la combinación A, B, A mejoró la calidad de la fruta, disminuyó las marcas por ovipositor en el melón y redujo significativamente las poblaciones de mosca hasta 14 días. Tan solo los residuos de clorpirifos se determinaron en el melón después de la cosecha con un nivel aceptable.
Imagen de www.sorhocam.com
Fuente: Bayan Toyzhigitova, Saparbek Yskak, Bożena Łozowicka, Piotr Kaczyński, Almat Dinasilov, Rsaldy Zhunisbay, Elżbieta Wołejko, 'Biological and chemical protection of melon crops against Myiopardalis pardalina Bigot', 28 de mayo de 2019, Journal of Plant Diseases and Protection.