Los consumidores de Polonia tienden cada vez menos a comprar pepinos, principalmente por la expansión de los tomates. La producción de pepino es cada vez menos rentable debido a la estabilidad a largo plazo del tamaño de las zonas de producción y al creciente potencial de producción y procesamiento de pepino en la India.
Demasiados invernaderos antiguos
La superficie de producción de pepino en Polonia es relativamente estable, creciendo o disminuyendo ligeramente cada año. El año pasado, dicha zona creció de 13.900 a 14.600 hectáreas, según lo informado por la Oficina Central de Estadística. El último auge del pepino fue en 2014, cuando se le asignaron 15.300 hectáreas. Pero la magnitud de la superficie no siempre se ve reflejada en el rendimiento, pues el clima es el factor decisivo. El año pasado, se cosecharon más de 245.000 toneladas de pepino. La producción bajo cubierta, es decir, en invernaderos y bajo túneles, da como resultado un mayor rendimiento, pero igualmente la superficie de cultivo está disminuyendo. En 2018, se cosecharon 293 toneladas de más de 1.100 hectáreas.
"La producción de pepinos al aire libre está disminuyendo a largo plazo, y está siendo reemplazada por el cultivo en invernadero y en túneles. Una gran parte del rendimiento se contrata para el procesamiento, por lo que no hay reducciones drásticas ni saltos de precios, como los experimentados por los productores de grosellas, frambuesas o manzanas", comenta Mariusz Dziwulski, experto del banco PKO BP.
Pero los pepinos de invernadero tampoco son muy rentables. "Teníamos pepinos en invernaderos, en una finca en Siechnice, pero los reemplazamos por tomates. Aunque necesitan equipo adicional, los tomates son más rentables, pues incluso siendo un cultivo más exigente, la demanda es más grande. Hay muchos invernaderos de pepinos antiguos en el mercado, amortizados durante mucho tiempo, en los cuales rara vez se invierte en nuevas soluciones, cuya situación reduce los precios. Por lo tanto, para el cultivo moderno, los tomates son una mejor opción", dice Rafał Zarzecki, vicepresidente de Citronex Group.
La demanda de pepinos es constante, pero no grande
El consumo de pepinos en Polonia, especialmente de los procesados, no es especialmente destacado. Oscila alrededor de 6 kg por persona al año, según informa el Instituto de Economía Agrícola y Economía de la Alimentación (IERiGŻ).
"El pepino se está reduciendo debido a la mayor oferta de otras hortalizas, y porque se asocia con el pasado, cuando no había nada que elegir", agrega Bożena Nosecka, de IERiGŻ.
Sin embargo, todavía hay conservas, es decir, pepinos encurtidos o agridulces. En este mercado, los productores polacos podrían tener más éxito con las exportaciones (en el caso de los pepinos frescos, Polonia es un importador neto).
Desafortunadamente, esto es solo teórico, ya que, aunque los pepinos encurtidos son un manjar regional, en el segmento universal de los pepinillos en vinagre, la importancia de la India está creciendo, incluso en Polonia.
"Son el mayor productor y sus exportaciones a Polonia están en constante crecimiento. Algunos de los pepinos salen del país después del envasado", según el experto de IERiGŻ.
Los datos de Eurostat muestran que las importaciones de pepinos encurtidos de la India aumentaron de 990.000 euros y 134 toneladas en 2013 a casi 3,3 millones de euros y 419 toneladas en 2018.
Gigante productor, pequeño exportador
Polonia es el segundo mayor productor de pepinos en la Unión Europea, según el Centro Nacional de Apoyo Agrícola (KOWR), con sólo España por delante, y número 11 en el mundo. En cuanto a la estructura de la producción de hortalizas en el país, los pepinos ocupan el quinto lugar, después de la col, los tomates, las zanahorias y las cebollas. Los analistas de KOWR enfatizan que los pepinos se utilizan principalmente en Polonia en la industria alimentaria y para el consumo directo, lo que significa que sus ventas en ultramar son relativamente pequeñas (fluctúan entre 9.000 y 16.000 toneladas por año), o el 2-3 por ciento de lo que producen.
Fuente: www.pb.pl
