"Una zona históricamente conocida por el cultivo de trigo cuenta hoy con una nueva tecnología innovadora para la producción temprana de albaricoques. Un innovador sistema que consiste en una estructura con una cubierta protectora reforzada de Polyfilm-Plus y el uso de una técnica de aireación regulable de hasta un metro de distancia, permite obtener un adelanto en la maduración de los frutos", comenta Walter Ruggia, responsable de innovación tecnológica de Retilplast, empresa italiana que fabrica, desarrolla y comercializa mallas, láminas y lonas para la protección y el mejoramiento cualitativo y cuantitativo de la producción de frutas, hortalizas y flores desde hace más de 40 años.
En el área de Cerignola (Foggia, Apulia), en mayo de 2019: plantación de albaricoques con cubierta protectora de Retilplast
A partir de una prueba realizada por un cliente de la localidad de Cerignola, Ruggia nos muestra todo el sistema de cobertura de albaricoques, a través de una serie de fotos, desde los meses de invierno, cuando la planta comienza su fase de floración tras el descanso vegetativo.
"Los bordes de las cubiertas, colocados sobre el pasillo central, tienen un refuerzo plegado de aproximadamente 50 cm, lo que le confiere al techo un ancho de apertura y cierre, fácilmente ajustable entre 10 y 100 cm".
"Las posiciones graduales se pueden obtener desde el cierre total hasta la abertura completa de este corredor central, según las condiciones ambientales y los requisitos agronómicos".
"Durante todo el mes de febrero y marzo, el corredor central está completamente cerrado".
La instalación incluye:
• Un tejido POLYFILM-PLUS, reforzado con una banda POD en un borde para los meses de invierno y con un refuerzo plegado de 50 cm en el borde opuesto.
• Un gancho en el cable de cumbrera (para unir y fijar las 2 láminas en el ángulo superior).
• Un gancho de botón en el pasillo central, para acelerar el atado y la tensión de las láminas con un tirante elástico de 8 mm de diámetro que realiza un zigzag entre el borde de la lámina y el cable central.
Cierre en modo zigzag del pasillo de aireación central
"Este sistema también incluye un cierre perimetral con ventana de ventilación. La abertura se puede ajustar entre 10 y 50 cm con un simple movimiento manual sin tener que realizar ningún tipo de esfuerzo, evitando así tener que atar las láminas, ya que se deslizan entre las correas elásticas".
"Es precisamente en los meses de primavera (abril y mayo) cuando nuestro innovador sistema de cobertura podría convertirse en una solución ganadora y segura. La gestión del corredor de ventilación central es muy simple. Durante la floración, es necesario controlar la temperatura diurna y nocturna. No debe superar los 30 °C, por lo que el grado de abertura del corredor central debe regularse de acuerdo con las condiciones meteorológicas. La abertura parcial o total del corredor central se realiza con un simple movimiento manual de los bordes exteriores de la lámina. Las posiciones elegidas se mantienen firmes debido al efecto de fijación que se obtiene entre el elástico y el gancho de botón. En la fase de crecimiento de las plantas y en la de los frutos, es preferible utilizar la abertura central máxima de 1 metro, para gestionar mejor no solo las temperaturas, sino también la ventilación".
En la foto de arriba, a la derecha, una abertura parcial del corredor (50 cm); a la izquierda, la abertura es de 1 metro.
El pasado mes de mayo se caracterizó por registrar condiciones meteorológicas anormales, que causaron bruscos cambios de temperatura. En la foto de arriba, se puede ver cómo el productor de Cerignola, al ver que las temperaturas bajaron a alrededor de 15 °C, procedió a cerrar completamente el corredor central, para mantener una temperatura constante entre 25 y 30 °C, conservando así el proceso de precocidad.
"El adelanto de la maduración puede variar entre 15 y 20 días, ya que también depende de las temperaturas mínimas nocturnas y las diferentes zonas climáticas".
La foto muestra cómo la lámina está equipada con un tejido protector blanco, llamado POD, que permite una conservación segura de las láminas cuando no se usan.
Cuando no se usan, las láminas se cierran y se envuelven con un tejido blanco protector POD.
Detalle que ilustra el uso de bandas de tela también en dirección transversal, para permitir una mayor seguridad de conservación de las láminas en caso de condiciones meteorológicas fuertes.
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