En la localidad alemana de Salem (región del Lago de Constanza), una corta pero intensa lluvia de granizo destruyó varios huertos frutales el pasado domingo por la tarde. En un área de varios kilómetros cuadrados, gran parte de la cosecha de fruta fue dañada por granizo de 1,5 centímetros de diámetro, informan los medios locales.
"Actualmente tenemos la esperanza de que parte del cultivo destruido se pueda usar como fruta para la fabricación de mosto", dice un productor afectado de Salem-Beuren, quien ya ha protegido una parte sustancial de sus 26 hectáreas de plantación de manzanos con mallas antigranizo. Hasta el 80 por ciento de la superficie total fue afectada por el granizo. Aunque la tormenta también ha destrozado parcialmente las mallas fuertes, el productor sigue creyendo en el funcionamiento de la medida de protección. "No hay futuro sin mallas antigranizo. Aquí en la región también hay cañones antigranizo. En mi opinión, sin embargo, invertir en la instalación de mallas antigranizo es la única buena solución disponible actualmente", explica el productor a FreshPlaza.
Influencia en la fruticultura moderna
El productor observa con atención cómo el cambio climático influye en la producción moderna de frutas en Europa. "Se está volviendo más intenso cada año. No se trata solo de lluvias y tormentas eléctricas, sino también de la considerable fluctuación de temperaturas y el aumento de las heladas nocturnas. Esto está creando dificultades en todas las áreas importantes de cultivo de Alemania, pero también en el extranjero".