Un productor de hortalizas de Hawke’s Bay se ha convertido en el primer productor de Nueva Zelanda en utilizar mallas compostables caseras para cebollas ecológicas.
La iniciativa de Bostock New Zealand es el último avance de la empresa para reducir sus envases de plástico. Este año ha sido el primer productor de manzanas de Nueva Zelanda en probar pegatinas compostables para frutas, y ahora se ha centrado en sus cebollas.
El propietario de Bostock Nueva Zelanda, John Bostock, dice que el envasado sostenible de fibra de madera es una innovación emocionante.
“Queremos liderar el camino hacia envases más ecológicos en nuestro sector. Nuestras cebollas son un cultivo ecológico y hacemos todo lo posible para producirlas de manera sostenible y proteger el medio ambiente. Asegurarnos de transmitir nuestras prácticas ecológicas a nuestros productos finales y el envasado es importante".
La malla está hecha de madera de haya certificada FSC y se descompone por completo en un compost casero, en un vertedero y en una granja de lombrices.
“La malla tiene un aspecto y un tacto más suave que la de las mallas de plástico más duras. El producto también se puede ver fácilmente a través de la malla, siendo el protagonista, y no el envasado. Es importante que nuestros clientes puedan ver lo que están comprando".
Bostock New Zealand actualmente está probando la malla compostable casera para envasar sus grandes cebollas ecológicas, que se pueden comprar en paquetes de tres en los supermercados Countdown en toda Nueva Zelanda.
“Las cebollas ecológicas son relativamente nuevas para Bostock Nueva Zelanda, ya que son difíciles de producir. No podemos utilizar productos químicos para quitar las malezas, por lo que cada cebolla se deshierba individualmente a mano durante toda la temporada”, explica Bostock.
“El año pasado fue la primera vez que vendimos cebollas ecológicas en Nueva Zelanda, y este año nos entusiasmó exportar nuestras primeras cebollas ecológicas a Europa. Estamos aumentando nuestra huella ecológica y nos hemos comprometido también a proporcionar a los neozelandeses más opciones ecológicas”.
Las mallas de fibra natural también regulan la humedad, por lo que son excelentes para envasar cebollas, ya que son transpirables.
La malla está certificada como compostable en el hogar, según la norma europea de compostaje EN13432, y tiene la certificación adicional de ser biodegradable en el suelo, lo que significa que la malla se convertirá en 90 días en un compost casero.
“Cambiar a un envasado sin plástico tiene un precio. Los envases compostables son un 30 por ciento más caros que las mallas de plástico. Esperamos que nuestros proveedores puedan reducir el precio para que sea una opción de envasado más rentable para nosotros y nuestros consumidores de Nueva Zelanda".
Para más información:
Catherine Wedd
Bostock New Zealand
Tel.: +64 212886770