La demanda de bananas en el mercado europeo actualmente es insuficiente: "Es necesario tener en cuenta que es un producto que está a la venta durante todo el año. Realmente no es un producto de temporada dependiendo del origen, sino que tiene una verdadera constancia por parte de los países exportadores. Es una característica particular del mercado de la banana, ya que es raro tener un producto que esté omnipresente durante todo el año", explica Thomas Besnard, de ABCD de l'Exotique. A pesar de una débil demanda en verano, los barcos transportan la mercancía las 52 semanas del año, por lo que es necesario venderla.
Un mercado muy dependiente
"El precio de las bananas está, de hecho, muy ligado a múltiples factores, entre los cuales destacan los contratos de flete, el precio del petróleo y la tasa de cambio euro/dólar", explica Thomas. "Además, el mercado también puede verse afectado por otros hechos, como las manifestaciones sociales (chalecos amarillos, huelgas en Costa Rica...), o incluso por la importante producción de una fruta con una gran competencia en las estanterías de las tiendas que la distribuyen. Así como podemos anticipar factores, como son el precio del dólar, el del petróleo o el del flete, esto evidentemente no sucede en el caso de las huelgas y de las manifestaciones".
Este conjunto de factores provoca que sea relativamente difícil evaluar el mercado de la banana. "Tras solamente dos o tres ciclos, podemos comenzar a tener una verdadera visión del mercado y, por lo tanto, empezar a sacar conclusiones".
El impacto de los factores meteorológicos sobre el abastecimiento
Este año, incluso si los precios de la caja son mejores, los volúmenes importados son más débiles. Esto se debe en parte a los factores meteorológicos que han retrasado el abastecimiento: "En Sudamérica, existe un fenómeno climático llamado La Niña, el cual actualmente está convirtiéndose en El Niño. En Ecuador, por ejemplo, los rendimientos son más débiles a causa de las fuertes lluvias y de la baja tasa de iluminación solar. En Colombia, en Costa Rica y en las islas del Caribe, que generalmente se benefician de un clima extremadamente caluroso y seco, hemos tenido el efecto contrario. Por esta razón, se generan frutas "estresadas", ya que no se han regado lo suficiente. Estas limitaciones se sienten en toda la cadena de valor, desde el productor hasta el consumidor".
"Los niveles débiles de abastecimiento han afectado gravemente al mercado. A principios de este año, los precios se dispararon, luego se estabilizaron durante la primavera, mientras que generalmente los precios bajan antes de que lleguen las vacaciones de verano en Europa, por lo que se produce un agotamiento de la oferta. En consecuencia, determinados agentes que habían acordado precios por contrato anual menores que el año pasado se encuentran con un número escaso de bananas para importar, ya que no pueden comprar en producción las frutas a los precios acordados", explica Thomas.
Un mercado en el que cada vez hay más contratos y segmentación
"Por lo general, hay un gran número de contratos. Desde hace unos años, asistimos a un nuevo fenómeno: la segmentación. En el pasado, trabajábamos con muchos paquetes en formato estándar. Hoy en día, nos orientamos cada vez más hacia unos paquetes dedicados a una marca que los distribuye. Para los colectivos, vamos a valorizar el comercio equitativo o el ecológico. Las marcas dan cada vez más prioridad a los envases exentos de plástico para hacer que la compra de la banana sea más atractiva y ecológica y, de este modo, fomentar una compra responsable".
A la hora de describir toda la complejidad del mercado de la banana, Thomas lo compara con una guerra financiera: "Es ciertamente un combate muy particular, luchamos todos codo con codo tanto por los precios como por los volúmenes. Además, todos sufrimos de una forma más o menos directa o simultánea, y algunos pierden por completo. En este caso, es necesario reinventarse de forma constante. Además de la segmentación, la nueva alternativa que proponen los importadores se trata de ampliar su gama en cuanto a orígenes, al importar, por ejemplo, las bananas de América Latina, que venden grupos de productores europeos. Hoy en día, contar con un solo origen no es una buena elección. El cliente debe tener la garantía de que va a recibir las frutas que ha contratado, sea como sea".
Francia: un mercado maduro que comparte la banana europea y la ACP
"El mercado es muy maduro en Francia. La banana de las Antillas se descarga principalmente en el puerto de Dunkerque, mientras que la banana africana entra principalmente por los puertos del sur. Debido a este hecho, la banana europea se encuentra en el eje Dunkerque-Lyon, y en el eje Marsella-Lille la banana africana, con una gran presencia en París de la banana de Martinica y de Guadalupe. Existe una verdadera relación entre el coste de la importación y el del transporte terrestre, con el fin de llevar los productos al lugar en el que se transforman, las plantas de maduración. Con esta limitación logística, el coste del transporte por tierra es un factor determinante en las elecciones de abastecimiento del cliente final", explica Thomas.
El mal de Panamá: ¿es una amenaza real?
A pesar de que no se para de hablar de esta enfermedad, según Thomas, no representa una amenaza real para el sector de la banana: "Como contamos con producciones industriales, es completamente normal que nos enfrentemos a problemas de envergadura industrial. Está claro que este tipo de producción tiene un efecto determinado en la regulación natural de los ecosistemas. Por lo tanto, este mal de Panamá no va a acabar con las bananas en las estanterías de los supermercados. Se están estudiando otras variedades y están listas para sustituir a la Cavendish, la que se consume actualmente. Debido a que hoy en día el aspecto juega un papel fundamental en la venta, será necesario saber vender en el futuro bananas con formas diversas y con sabores diferentes".
Para más información:
Thomas Besnard
ABCD L'Exotique
thomas@bananier.com
www.bananier.com