Es probable que las coliflores, las coles de Bruselas, los repollos y la col lombarda escaseen debido a las condiciones meteorológicas extremas. Un portavoz de la Asociación de Productores de Crucíferas ha tildado la situación de muy preocupante. En junio se batió un récord de lluvia en Lincolnshire, hasta 15 centímetros en una semana. El resultado fueron cultivos inundados y dañados, lo cual ha llevado a una reducción de la oferta. Los cultivos pueden soportar una cantidad considerable de variación meteorológica, pero las condiciones de junio fueron excesivas y, como resultado, los cultivos han sufrido, lo cual ha provocado ese retroceso de la oferta.
Irónicamente, la situación de la oferta se ha complicado todavía más por las temperaturas extremas del continente. En un año normal, Europa compensaría cualquier escasez en la cadena de suministro del Reino Unido, pero Europa también ha estado viviendo extremos meteorológicos. Mientras el Reino Unido se ha enfrentado a inundaciones, Europa ha sufrido temperaturas históricas.
Los cultivos alcanzan su máximo desarrollo en un equilibrio entre calor, luz y agua. El año pasado, el Reino Unido experimentó la ola de frío llamada "la bestia del este", seguida de un periodo de sequía récord y temperaturas extremas. Este año, el Reino Unido ha comenzado con un invierno seco y una primavera temprana, pero después avanzó hacia un periodo récord de lluvias y niveles de luz bajos, seguidos de temperaturas históricas. Estas variaciones extremas no propician unas condiciones de cultivo ideales.
Un portavoz afirma que por mucha tecnología aplicable a la producción de alimentos que haya, condiciones meteorológicas siempre llevarán ventaja. No hay programación que pueda hacer frente a las condiciones que hemos visto en las dos últimas temporadas. Los productores comienzan la temporada con un plan claro para proporcionar a los clientes la cantidad y la calidad de los productos que buscan. Pero cuando el tiempo se vuelve contra ti y ese plan fracasa, prácticamente no hay nada que hacer para rectificar la situación.
Esta situación se ha visto agravada por la merma de la superficie plantada por los bajos ingresos de los últimos años. Los productores cultivan lo justo para sus programas con los clientes y, cuando hay problemas meteorológicos, se produce una escasez que no se puede cubrir.
Jack Ward, CEO de British Growers, comenta que existe el peligro de que demos por sentada la producción de alimentos y que esperemos que nuestras cadenas de suministro tengan oferta independientemente de las condiciones. En las dos últimas temporadas las condiciones meteorológicas han sido extraordinarias y, de forma inevitable, esto influye en la oferta.
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Jack Ward
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