Con más de 9.000 hectáreas afectadas y 10.000 personas evacuadas, el fuego ha alcanzado el 8% de la superficie de Gran Canaria. Con un perímetro superior a 100 kilómetros y llamas que alcanzan los 50 metros, el incendio empieza a estar controlado, pero sigue vivo. Desde el 112 hoy jueves se ha avisado de que el incendio "se puede reavivar" y se ha pedido "prudencia y evitar subir a la cumbre".
Para ayudar en la extinción total del incendio, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación mantiene un amplio dispositivo de extinción en Gran Canaria con 11 medios aéreos y 4 brigadas de refuerzo contra incendios forestales.
“La zona afectada es solo bosque y no afecta ningún tipo de cultivo", comenta nuestro interlocutor desde las Islas Canarias. "Cuando los incendios afectan cultivos, las tierras quedan inutilizables durante varios años debido al agua salada, que cambia las propiedades del suelo, haciéndolo inapto para el cultivo por la alta salinidad”, añade.
Desde la Península se han enviado aviones anfibios Canadair, helicópteros Kamov y drones para vigilancia nocturna.
"Desde el momento en que se declara el incendio hasta la llegada de los hidroaviones, el tiempo transcurrido es demasiado largo y los incendios ya están descontrolados. Ayer, desde el aeropuerto de Santa Cruz de Tenerife, se podía ver una gran columna de humo", comenta nuestro contacto.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, viaja hoy a Gran Canaria para valorar el impacto in situ. Según las estimaciones del director técnico de Emergencias del Cabildo de la isla, Federico Grillo, mañana viernes el incendio debería estar totalmente controlado.