Los problemas financieros que han llevado a dos importantes empresas murcianas a entrar recientemente en concurso de acreedores (Agroherni y El Niño de Lorca) han hecho saltar las alarmas en el sector hortofrutícola ante la idea de que se genere una ‘burbuja’ agrícola. A pesar de que se trata de un sector fuerte que genera confianza en los bancos con unos índices de morosidad bajos, las principales organizaciones, como Proexport, han aconsejado a sus asociados la necesidad de mantener una buena praxis financiera.
Fuentes bancarias avisan de que se producirán problemas de liquidez en las empresas que hayan realizado una mala praxis financiera, al utilizar el préstamo circulante y las pólizas para invertir en la compra de tierras, maquinaria y ampliación de instalaciones.
Fernando Gómez, director general de Proexport, ha apuntado que "ni dos concursos de acreedores elevan el factor de riesgo del sector agro, ni la entrada de fondos de inversión en varias empresas nos convierte en el segmento más atractivo de la economía". Ha destacado los bajos índices de morosidad, en paralelo al incremento del crédito a las empresas agrarias, que creció en España un 19% entre los ejercicios 2015 y 2017.
A pesar de que se trata de dos casos aislados, el anterior consejero de Agricultura y Agua, Miguel Ángel del Amor, recuerda que su departamento advirtió de que "podía producirse un sobreendeudamiento en el sector". "Se han concedido muchos créditos, y cuando se pierde el precio puede surgir falta de liquidez para hacer frente a los préstamos. La venta por debajo de los costes para poder mantener cuotas de mercado y fidelizar a los clientes puede generar una crisis". Del Amor tampoco duda de la fortaleza del sector, pero anima a seguir tomando medidas para que no se repitan los casos de estas dos empresas, que considera preocupantes porque hay detrás muchos agricultores pequeños.
Disparidad en la banca
En el sector financiero hay opiniones encontradas. El representante de una entidad indica que la situación en el agro es la habitual, y que la inquietud está en la ralentización general de la economía; la inversión no es boyante y detecta cierta paralización en el tejido industrial. "Las empresas no quieren endeudarse y los bancos muestran más cautelas", explica.
Por el contrario, el representante de otra entidad de crédito teme que se presenten más concursos y problemas de liquidez. "Muchas empresas realizan una mala praxis financiera y usan el dinero circulante para inversiones, pese a que saben que no deben hacerlo, con lo cual se quedan sin liquidez y tienen problemas para renovar las pólizas; o directamente no se les renueva. Ese dinero está mal utilizado y hay que reconducir la situación allí donde se presenta. El problema lo tenemos todos. Los pequeños van a sufrir y probablemente habrá una criba", avisa. "Las grandes empresas están bien gestionadas en general".
Fuente: laverdad.es