Una fuerte demanda de nueva oferta de Europa del Este ayudó a proporcionar apoyo al mercado en la segunda mitad de la temporada 2018/19. El precio competitivo de las patatas escocesas la temporada pasada (2018/19) significó que los exportadores del Reino Unido pudieron competir con los proveedores tradicionales de la zona. En julio-mayo, las exportaciones frescas del Reino Unido a Polonia (14.800 toneladas) se duplicaron con respecto al promedio y las de República Checa (5.600 toneladas) se triplicaron.
En un año típico, la importación de Polonia está en pleno apogeo a partir de marzo, y la mayoría de las patatas provienen de Alemania (30%) y Francia (10%). La temporada pasada, la escasez del continente permitió al Reino Unido apoderarse de una parte más grande, representando el 20% de las importaciones totales de Polonia hasta el momento (julio-abril).
Este año, como resultado de las altas temperaturas y la sequía, es probable que la producción en Polonia y la República Checa vuelva a caer significativamente por debajo del promedio esta temporada. Más del 90% de la República Checa permanece en sequía, con el 23% del país considerado en sequía extrema, lo que tendrá un efecto perjudicial en los rendimientos. Polonia también parece tener graves déficits en la producción esta temporada, con estimaciones actuales de 6,5 t (ver figura 1), una caída de 1 t respecto a la temporada pasada y un 18% por debajo del promedio de cinco años.
Alemania, el principal proveedor de patatas frescas de Polonia, ha sufrido en los últimos meses debido al calor y la falta de lluvia. La lluvia reciente y las temperaturas más bajas parecen no haber ayudado mucho a los productores alemanes y la cosecha de patata, pues los niveles de humedad del suelo en Alemania siguen siendo bajos y gran parte de Baja Sajonia, una zona de producción clave, se encuentra en una sequía severa a extrema. Esto significa que es probable que Alemania tenga un potencial de exportación reducido.