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Cada semana se detectan 60 árboles infectados con "citrus greening"

En una finca de naranjas en las afueras de Exeter, California, los trabajadores utilizan escaleras de aluminio para cosechar la fruta a gran velocidad. California produce el 80 por ciento de las naranjas, mandarinas y limones frescos del país, mayormente en pequeñas comunidades de California Central.

"Puede que este sea el último lugar en el mundo que aún pueda producir cítricos", dice el agricultor Richard Bennett, cogiendo una naranja de un árbol. La parte en dos trozos, y el aroma de la piel llena el ambiente. "Los cítricos son muy importantes para nuestra salud y economía, y están amenazados por una enfermedad devastadora".

La enfermedad se llama huanglongbing o HLB, más comúnmente conocida como citrus greening. Ha diezmado fincas en Asia, Brasil, República Dominicana y Florida, y ahora se está extendiendo en California.

El citrus greening puede moverse a una velocidad alarmante. En Florida, la enfermedad se detectó por primera vez en 2005. Catorce años después, la producción de naranja ha disminuido en más del 75 por ciento y la producción de pomelo ha disminuido en un 85 por ciento. Los cítricos prácticamente han desaparecido en algunas zonas.

En Florida, los cítricos se producen principalmente para el procesamiento en zumo, en lugar de para su consumo en fresco, como las variedades producidas en California. Ningún cítrico es inmune al HLB, pero el impacto en las variedades producidas para el consumo en fresco es especialmente desalentador. El zumo se puede mezclar con aditivos u otros zumos para enmascarar el sabor amargo de la fruta infectada, pero una vez que una pieza de fruta fresca se infecta, se descarta.

"Si no actuamos rápidamente, podríamos perder todos los cítricos frescos en 10 a 15 años", expresa Carolyn Slupsky, profesora de nutrición y ciencias de los alimentos en la Universidad de California, en Davis.

En California, los funcionarios de agricultura informan que han detectado HLB en más de 1.500 árboles, un número que crece alrededor de 60 cada semana a medida que se inspeccionan y eliminan los árboles sospechosos. Un árbol infectado puede vivir durante años sin síntomas, lo que permite que el patógeno se propague a otros árboles sin ser notado, por lo que la cantidad de cítricos infectados en California puede ser mucho mayor.

Hasta ahora, se han encontrado árboles infectados principalmente en patios traseros en los condados de Los Ángeles y Orange. Las autoridades dicen que no hay garantía de que el patógeno no haya infectado árboles en fincas comerciales o se haya extendido al centro y norte de California, pero mantienen la esperanza.

"Algunas personas piensan que los cítricos del Valle Central podrían salvarse debido al clima, pues los inviernos son demasiado fríos y los veranos demasiado cálidos para los insectos que transmiten la enfermedad", explica el profesor de UC Davis, Neil McRoberts, epidemiólogo y asesor científico de la Junta de Investigación de Cítricos de California. “Pero parece que las temperaturas del Valle Central están justo en el umbral, por lo que unos pocos grados más en invierno y unos menos en verano podrían cambiar las cosas. Creo que estamos en un punto de inflexión. Si trabajamos juntos y la naturaleza nos ayuda, los cítricos frescos podrían resistir".

 

Para más información:

Diane Nelson
UC Davis
Tel.: +1 530 752 4798
Email: denelson@ucdavis.edu

Fecha de publicación: