La pudrición apical es una de las enfermedades poscosecha más frecuentes del mango producido en el clima mediterráneo, y es causada por diferentes hongos patógenos. La principal causa de la enfermedad en Israel es Lasiodiplodia theobromae, cuyo hongo no está controlándose de manera efectiva por los fungicidas actuales.
Los científicos de la Organización de Investigación Agrícola (ARO-Volcani, Israel) han evaluado la eficacia de diferentes fungicidas, especialmente de dos fungicidas comerciales (fludioxonil y prochloraz), para controlar la descomposición del mango después de la cosecha. El objetivo del estudio era encontrar posibles alternativas para controlar la pudrición apical en el mango.
Según las pruebas in vitro, el fludioxonil resultó ser significativamente más eficaz en la inhibición del crecimiento micelial y la germinación conidial de L. theobromae. Los tratamientos posteriores con fludioxonil también resultaron significativamente más efectivos que el procloraz para el control de la pudrición apical en el mango inoculado con L. theobromae.
"Ambos fungicidas controlaron el deterioro del mango con una eficiencia similar, principalmente para el hongo Alternaria alternata. Sin embargo, los tratamientos con fludioxonil cambiaron significativamente el microbioma del extremo del tallo y redujeron la incidencia y severidad de la pudrición apical en la fruta. Sugerimos el fludioxonil como un potencial tratamiento poscosecha para controlar la descomposición del mango cuando se cosecha durante una estación seca", informan los científicos.
Fuente: Sonia Diskin, Tom Sharir, Oleg Feygenberg, Dalia Maurer, Noam Alkan, 'Fludioxonil – A potential alternative for postharvest disease control in mango fruit', 2019, Crop Protection, Vol. 124.