La principal oferta de productos frescos de Islandia depende de la importación, porque el clima del país no permite tener suficiente producción local para sostener la demanda interna. Jóhannes Þór Ævarsson, director general de frutas y hortalizas frescas para la empresa de importación y venta al por mayor Innnes, explica: “Nuestra tecnología de invernadero local está avanzando a pasos agigantados, pero la producción al exterior se enfrenta a algunos problemas. La producción en campo abierto se centra en patatas, zanahorias, coliflor y brócoli. Incluso este año, cuando el verano ha sido mejor que en mucho años en Islandia, la cosecha sólo durará de julio a finales de otoño, por lo que los volúmenes no son suficientes".
Aunque el país depende de los productos importados, la popularidad de los productos producidos localmente está en aumento, al igual que en muchos otros países europeos. "Islandia tiene un enorme potencial para producir productos frescos, pero es difícil alcanzarlo, pues los productores de invernaderos están agobiados por los altos precios de la energía, y los productores de campo abierto no ven que los jóvenes entren en el negocio. Sin embargo, a los consumidores les encantan los productos locales, por lo que definitivamente hay demanda”, explica Jóhannes.
Por ahora, el país tendrá que seguir dependiendo de empresas importadoras como Innnes. "El mercado islandés se encuentra en un momento emocionante y el negocio nos va bien, estamos muy contentos con los desarrollos del mercado este año. Estamos viendo un gran aumento en la demanda de coliflor y brócoli, debido a la tendencia de una dieta baja en carbohidratos, popular en toda Europa. Las berries también tienen una gran demanda, porque cada vez más se tienen más en cuenta sus muchos beneficios para la salud”, continúa Jóhannes.
Los productos que han sido más difíciles de obtener incluyen las fresas, los pepinos y los aguacates. “Las fresas han sido difíciles de conseguir este verano. Normalmente, vemos una gran caída en el precio cuando la fruta entra en su temporada normal, pero no la hemos visto este verano. Importamos nuestras fresas de España, Bélgica, los Países Bajos y, a veces, los EE. UU., pero el clima de este año ha provocado que la oferta disminuya. Sin embargo, estamos contentos con nuestra producción islandesa, que ha sido muy buena este año”, continúa Jóhannes.
"Los pepinos son un problema porque, aunque los producimos localmente, nuestra oferta no ha sido suficiente para satisfacer la demanda, y la importación ha demostrado ser bastante cara. Los aguacates también son extremadamente caros, y su demanda está llegando a ser realmente alta, lo que se relaciona con la tendencia baja en carbohidratos que estamos viendo. Sin embargo, debido a los incendios en Estados Unidos el año pasado, la oferta ha disminuido y los precios siguen aumentando”.
España es uno de los principales proveedores de hortalizas de hoja verde de la empresa, y la reciente tormenta ha arrasado muchos de los cultivos. “Trabajamos en estrecha colaboración con los proveedores de la zona de Murcia, que después de la tormenta están luchando para ofrecer las hortalizas que normalmente les compramos. Tendremos que encontrar otro mercado para satisfacer la demanda, aunque las empresas españolas con las que trabajamos normalmente son muy buenas y profesionales, y estoy seguro de que se recuperarán muy pronto”, agrega Jóhannes.
En cuanto a los nuevos mercados de los que se espera poder importar en el futuro, Jóhannes está muy contento con las posibilidades que tiene por delante: “El norte de Italia tiene manzanas de muy alta calidad y también estamos comenzando a importar cada vez más de Polonia. Las manzanas y los arándanos polacos son de buena calidad y ofrecen un buen volumen, por lo que nos gustaría trabajar más con ese mercado”, concluye.
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Jóhannes Þór Ævarsson
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