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El tomate mexicano debe adaptarse a las nuevas medidas fitosanitarias de EE. UU.

Según datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el consumo medio per cápita de tomate rojo en Estados Unidos en 2017 alcanzó los 177.042 millones de kilos. China produce el 31,8% del tomate global, el mayor productor del mundo. México, produce el 4,3%.

El tomate es el tercer producto agrícola de exportación de México, la producción en el país creció entre 2006 y 2016 a una tasa anual de 4,8%, con lo que llegó a su máximo histórico de 3,3 millones de toneladas, de acuerdo con datos de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA).

Estados Unidos es un mercado en el que el consumo de tomate mexicano ha ido al alza al pasar de 12 libras per cápita en los años 80 a 21 libras entre 2010 y 2017. Por ello, debido a su importancia, la industria tomatera mexicana ha accedido a las revisiones aduaneras impuestas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Durante las revisiones fitosanitarias deberán cubrir tres condiciones: el tomate debe estar maduro (no demasiado maduro ni suave), debe estar limpio y de buena forma (si daños externos como pudrición, congelamientos, daños del sol, cortaduras o rasgaduras, no debe tener insectos, ni enfermedades) y debe estar unido al tallo de mínimo cinco centímetros (el cual también debe estar libre de hongos, pudrición o cualquier daño).

Tanto el cultivo como la exportación del tomate deberá considerar la inocuidad, es decir, las buenas prácticas deben garantizar la prevención y monitoreo para reducir el uso de tratamiento agroquímicos en el manejo integrado de plagas, ya que el uso de plaguicidas representa un riesgo para la salud de los consumidores. 

 

Fuente: notipress.mx

Fecha de publicación: