En Kashiwazaki, prefectura de Niigata, un fabricante de materiales y retailer ha comenzado a cultivar bananas utilizando el calor del sistema de escape de las instalaciones de incineración de residuos. Shimoda Industry Co., que puede producir esta fruta todo el año manteniendo los niveles de temperatura dentro de sus invernaderos, se propone despachar su primer envío de bananas en 2020.
El Gobierno de la ciudad, una institución financiera local y otras entidades están uniendo fuerzas para crear una nueva marca para esta fruta de origen tropical cultivada en una zona de nieve.
Las bananas se cultivan en Shimoda Farm, un huerto construido en las instalaciones de procesamiento de residuos industriales de la empresa. La firma construyó dos invernaderos de 1.100 metros cuadrados cada uno por alrededor de 100 millones de yenes (unos 847.000 euros) con cerca de 200 plantones de casi 1,2 metros de alto plantados en el interior. La incineradora adyacente calienta el agua que circula por el interior de los invernaderos para mantener las temperaturas a un mínimo de 24 grados centígrados, ideal para el cultivo de bananas.
Akira Shimoda, presidente de la empresa, pensó en esta idea cuando oyó a una mujer filipina decir que las bananas que comía en Japón tenían un sabor terrible. Casi todas las bananas se importan después de cosecharse aún verdes. Maduran durante el envío, por lo que su sabor se deteriora. Creyendo que había demanda de bananas nacionales, Shimoda decidió intentar cultivar la fruta en los invernaderos utilizando el calor del sistema de escape.
El cultivo comenzó en agosto utilizando plantones de Gros Michel de una corporación agrícola de Okayama que cultiva Okayama Mongee Bananas, una popular variedad premium. Dulce y fragante, se puede comer entera, piel incluida. La mejora varietal también la ha hecho resistente al frío.
Según sfgate.com, el primer envío está programado para junio. Si la producción va según lo previsto, la empresa espera cosechar 1.000 bananas semanales o 50.000 al año. Planean venderlas a alrededor de 700 yenes (unos 5,94 euros) la pieza.