La campaña de cítricos avanza en la Comunidad Valenciana con las cosechas de variedades tempranas de clementina, como Rubí y Oronules. Los menores rendimientos este año y una recolección más lenta de lo habitual debido a las temperaturas cálidas está traduciéndose en un mercado sin exceso de fruta y con precios aceptables.
“Empezamos a comercializar las primeras Clemen Rubí hace 2 semanas y ahora estamos ya arrancando con las clementinas Oronules”, cuenta Abel Alarcón, gerente de Brio Fruits, de Gandía. “El inicio de esta campaña está siendo lento porque a la fruta le cuesta coger color debido a las altas temperaturas, especialmente durante la noche. Esto, en parte, es bueno, porque permite que la fruta vaya saliendo al mercado de forma continua pero mesurada y que no haya estrés por venderla rápidamente”, explica el productor y exportador.
“Este año esperamos cosechar alrededor de un 30% menos de clementina, especialmente de Clemenules, la variedad que más volúmenes acapara en el sector. Al haber menos fruta en los árboles, está habiendo abundancia de calibres grandes, conforme hemos podido constatar en la recolección de Rubi y Oronules”.
Abel Alarcón, en una de sus plantaciones de mandarina Orri de cultivo protegido.
La bajada de volúmenes, unida a la lenta maduración de la fruta están trayendo un mercado sin complicaciones, con precios muy aceptables y sin presión, de acuerdo con Abel Alarcón. “Es curioso que algunos productores estén cosechando ya desde hace días clementina Arrufatina, una variedad que suele cosecharse dos semanas más tarde, pero esto se debe a que hay poca fruta disponible. En estos momentos competimos con las mandarinas Orri y Nadorcott de Sudáfrica, Perú y Argentina. Actualmente se trata de volúmenes pequeños, pero se espera que la oferta de estos países crezca en el futuro y se conviertan en una dura competencia”.
Cabe destacar que el paso de la gota fría hace unas semanas no ha hecho mella en la calidad y cantidad de la cosecha de cítricos en Valencia y Castellón. “Afortunadamente, no había mucha fruta lista para cosecharse, aunque el calor que vino después hizo que los campos se secaran pronto. Realmente, las lluvias han venido bien para que la fruta adopte más calibre y para limpiar los árboles. En algunas zonas como Orihuela, en Alicante, y en Murcia, no han corrido tanta suerte y se han visto muy afectadas las hortalizas y algunos campos de limón, mandarina y naranja temprana”.
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Abel Alarcón
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