La sequía del verano pasado ha tenido un fuerte efecto sobre la temporada de patata europea. Estos desafíos también se han dejado notar en Polonia, pues los comerciantes han tenido que importar patatas para poder cubrir la demanda nacional. Aunque la situación es estable ahora, es muy probable que se necesiten más importaciones al comienzo de 2020.
"Hablando de la temporada de patata de este año, la sequía del verano pasado fue el principal problema para los productores de toda Europa. Para algunos fue peor que para otros, pero las condiciones meteorológicas extremas desembocaron en escasez de patatas nuevas. Polonia es ju actor importante en lo que a patatas nuevas se refiere. Normalmente, la oferta es abundante y los productores siempre pueden vender todo el producto, incluso sin contratos. Además, los productores quieren vender su producto deprisa, porque quieren usar los mismos campos para empezar a cultivar coliflores u otras hortalizas. Es así desde que tengo memoria, pero este año ha sido muy diferente", explica Łukasz Ostrowicz, de la comerciante polaca de patata Bugaj.
Este año, Polonia no ha tenido abundancia de patatas nuevas disponibles, lo cual ha tenido un fuerte efecto sobre el mercado, según Ostrowicz. "Ha faltado producto desde que empezó la sequía y ha sido muy difícil cubrir la demanda del mercado nacional. La situación ha sido tan grave que hemos tenido que importar patatas de Alemania y el Reino Unido, y esto rara vez pasa. Los precios han sido tres o cuatro veces más altos de lo normal. Por suerte, en agosto empezó a llover y la situación ha mejorado desde entonces. Los precios han caído y, en especial cuando otros mercados europeos han entrado al mercado, se ha ejercido todavía más presión sobre los precios de las patatas polacas, aunque los volúmenes disponibles no son tan altos".
Si bien algunas regiones se han llevado un duro golpe, el norte de Polonia se ha librado de algunas de las condiciones meteorológicas extremas. Por lo tanto, esta región ha tenido mayores volúmenes disponibles y ha podido venderlos a los altos precios fijados. "Se podría decir que algunos de estos comerciantes y productores tendrán la mejor temporada de su historia. En general, creo que los altos precios han compensado parte de las pérdidas que los productores polacos habrían soportado de lo contrario, pero si los productores carecen de un sistema de riego de algún tipo, sin duda habrán tenido una campaña complicada", explica Ostrowicz. "Nuestra oferta de patatas es estable ahora, pero preveo que habrá escasez de nuevo relativamente pronto. Tal vez a finales de este año o a principios del siguiente, tendremos que empezar a importar patatas de Alemania y otros países europeos otra vez. Es una temporada muy extraña".
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Łukasz Ostrowicz
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