El nuevo Reglamento (UE) 2019/1009, aprobado en junio por el Parlamento y el Consejo Europeos, cubre una amplia gama de materiales componentes de fertilizantes y contempla ampliar el alcance de la armonización a fin de incluir materiales reciclados y orgánicos de diferentes orígenes, contribuyendo así a desarrollar la economía circular dentro de la Unión. La valorización de materias primas secundarias, biorresiduos, subproductos, derivados y digeridos producidos en la UE, es uno de los retos tecnológicos contemplados para favorecer el autoabastecimiento europeo, en el escenario de una agricultura sostenible.
Otro de los objetivos de este Reglamento es eliminar las barreras comerciales entre los Estados miembros y permitir el intercambio y el uso de fertilizantes armonizados, sin obstáculos técnicos para el libre comercio. Los Estados miembros se ocuparán, no obstante, de la vigilancia del mercado. Se harán controles también de los productos procedentes de terceros países.
Favorecer la investigación y la innovación de nuevos inputs, también para los retos ligados al cambio climático, es fundamental para los cultivos y regiones que más sufren la sequía, las heladas o la salinización.
Las especificaciones del etiquetado comercial de los productos fertilizantes de la UE son muy exigentes para dar una información precisa a los agricultores. En este sentido la CE ha encargado hacer una Guía de etiquetado para orientar a los fabricantes y que sirva también de ayuda para el control del mercado.
Aspectos legislativos de armonización
En este punto hay que resaltar que, el cumplimiento de este Reglamento debe seguir siendo opcional, como en el Reglamento 2003/2003 y solo debe exigirse para los productos fertilizantes UE, que son puestos en el mercado con el marcado CE, destinados a proporcionar nutrientes a las plantas o mejorar la eficiencia nutricional.
Un producto fertilizante con el marcado CE estará constituido únicamente por materiales componentes y sus mezclas, de las categorías (CMC) recogidas en el reglamento y deben cumplir los requisitos armonizados.
Hay productos que se usan en combinación con los abonos para mejorar la eficiencia nutricional, con el efecto beneficioso de reducir la cantidad de abonos utilizada y, por consiguiente, su impacto medioambiental. Para facilitar su libre circulación en el mercado interior, la armonización incluye no solo los productos destinados a proporcionar nutrientes a las plantas, sino también los productos destinados a mejorar la eficiencia nutricional de los vegetales.
Aspectos técnicos
Este Reglamento de Fertilizantes UE, abarca todas las categorías de fertilizantes, tanto funcionales: orgánicos e inorgánicos, enmiendas, sustratos, inhibidores, bioestimulantes; como materiales: naturales, orgánicas, compost, digestatos, aditivos, polímeros, microorganismos, subproductos, derivados y otros productos de innovación.
Como piedra angular, uno de los principales componentes de los abonos es la roca fosfatada, que la Comisión considera materia prima fundamental y que se importa mayoritariamente de países terceros. Mientras que nuestros residuos (en particular, los lodos de depuración) contienen grandes cantidades de fósforo que, si se recicla en consonancia con un modelo de economía circular, podría cubrir alrededor del 20-30 % de la demanda de abonos fosfatados de la UE. Así ya están en marcha, proyectos de reciclado para la obtención de fósforo y otros para la obtención de productos fertilizantes derivados de subproductos animales, como el biocarbón.
Fuente: interempresas.net