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Oculta en contenedores de fruta

El 60% de la cocaína traficada a Europa pasa por los puertos de Róterdam y Amberes

Una vez más se ha llevado a cabo la incautación de una gran cantidad de cocaína en un cargamento de fruta procedente de Latinoamérica en el Puerto de Róterdam. En esta ocasión, el 30 de septiembre, los funcionarios de aduanas descubrieron 1.500 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de bananos.

El tráfico de drogas en Róterdam, el mayor puerto de Europa y principal puerta de entrada al continente, ha aumentado en los últimos años, al igual que el tamaño de los cargamentos de drogas, según un experto consultado por el diario holandés Algemeen Dagblad.

Según el periódico holandés, se estima que el 60% de la cocaína traficada a Europa en 2018 pasó tanto por el puerto de Róterdam como por la ciudad portuaria de Amberes, Bélgica. La mayor parte de la cocaína que llega a Amberes es llevada luego a los Países Bajos, desde donde se distribuye al interior de Europa. Los contenedores de fruta con cocaína también entran al puerto holandés de Vlissingen, donde hay una terminal especializada a la que llegan 700 millones de kilos de banano al año.

La gran cantidad de cocaína incautada en los cargamentos de banano indica que dicha fruta sigue siendo uno de los principales productos utilizados para ocultar drogas, por tres razones principales.

En primer lugar, los productos de América Latina, en particular las frutas, entran constantemente al ajetreado puerto de Róterdam. Aparte de las inspecciones aleatorias, solo algunos contenedores son elegidos para ser revisados a su llegada al puerto, por lo que más del 99% pasan sin ser inspeccionados, según un informe de investigadores de la Universidad Erasmus de Róterdam.

En segundo lugar, las frutas, especialmente los bananos, se descomponen rápidamente, por lo que los cargamentos no pueden ser retenidos por las aduanas durante mucho tiempo.

Por último, importar un contenedor de bananos puede costar solo 15.000 euros, menos que el valor al por mayor de un kilo de cocaína en Europa, que se vende por unos 25.000 euros.

Sin embargo, el creciente uso de los cargamentos de productos agrícolas para ocultar cocaína ha atraído a los grupos criminales a los Países Bajos que han extorsionado a las compañías que habían denunciado la aparición de droga en sus cargamentos, como ocurrió recientemente a De Groot Fresh Group.

Los importadores de frutas también han participado directamente en actividades criminales. Por ejemplo, un ciudadano holandés condenado por blanquear dinero de las drogas era dueño de varias empresas importadoras de frutas que se sospecha fueron utilizadas para el tráfico de cocaína. En 2014, un importador de frutas fue asesinado después de perder 300 kilos de cocaína identificados por las autoridades.

Ante la incapacidad de inspeccionar todos los contenedores que llevan cargamentos de productos agrícolas, o por lo menos la gran mayoría, las autoridades holandesas se han enfocado en desmantelar estas compañías ilegales importadoras de frutas y sus estructuras criminales. Por ejemplo, la operación Piggyback, realizada en mayo de 2019, identificó a más de 30 importadores de fruta sospechosos.

 

Fuente: insightcrime.org

Fecha de publicación: