La cosecha de cebollas tiene muy ocupados a los productores holandeses. "Debido al tiempo húmedo, todavía hay muchas cebollas en los campos esperando ser recogidas. Pero justo al contrario de lo que ocurrió en verano, ahora está lloviendo mucho", señala Jan Franje, de la empresa holandesa Franje Onions. "En términos de calidad, eso genera grandes diferencias. No hay problemas con las cebollas que han quedado bien sobre la tierra, pero también hay cebollas en el lodo".
Actualmente existe una amplia demanda en el mercado de la cebolla. "Los precios por bala son muy estables con un nivel entre 18 y 20 céntimos. Si la demanda se mantiene así, veo con buenos ojos el resto de la temporada, al menos si la exportación a África no falla, porque ese sigue siendo el pilar de nuestras ventas. De momento partirá otro barco la próxima semana", dice Jan.
"Actualmente estamos ocupados de todos modos, porque además del trabajo de almacenar las cebollas, estamos ocupados con la selección de semillas y también hemos comenzado esta semana a plantar las cebollas de invierno. Solo el comercio de cebollas ecológicas amarillas está siendo muy flojo, aunque en realidad es bastante normal para esta época del año. En estos momentos la gente todavía está comiendo las hortalizas cultivadas en sus pequeños huertos propios, y por lo tanto la demanda de productos ecológicos va a la zaga. La excepción son las cebollas rojas de cultivo ecológico, que son carísimas en este momento".
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Jan Franje
Franje Onions
Gawege 10
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