Tanto la Huerta de Valencia como la Huerta de la Vega Baja de Alicante están incluidas en el informe Dobris de la Agencia Europea de Medio Ambiente como dos de las seis zonas de mayor riqueza paisajista y de huerta de toda Europa (son las únicas de España). Sin embargo, todavía espera su plan de protección.
Concretamente Plan de Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja destaca que la tasa de suelo protegido en esta comarca es del 24%, una cifra que es la mitad de la media de la Huerta de Valencia. Sin embargo, ha incrementado su suelo urbano un 222% en el periodo comprendido entre 1990 y 2012, diez veces por encima de la media española. Esto ha provocado un espectacular incremento de su población, que se ha duplicado en 40 años (de 164.794 a 348.662 habitantes) hasta alcanzar el récord de 404.582 en 2013. El suelo agrario ha retrocedido en este tiempo y ha pasado de 35.000 a 23.000 hectáreas.
"La agricultura es rentable, pero hay lobbies a los que les interesa que los agricultores no vivamos bien"
Frente al discurso de que la actividad agraria no es hoy rentable, el propietario de la empresa Agropaco de Guardamar del Segura, Paco Mola, quiere romper tópicos porque cree que detrás de ellos hay una intencionalidad para que se abandone la tierra. “La agricultura es rentable, pero hay lobbies a los que les interesa que los agricultores no vivamos bien. Piensan que si nos quitan el agua y nos arruinan, nos podrán comprar la tierra muy barata para construir”, explica el empresario.
Urbanizaciones en “terreno de aluvión”
La Vega Baja ha sido una región asolada por los últimos episodios de gota fría, que anegó municipios y huertas. Uno de los interrogantes inevitables que surgió entonces fue si se podían haber minimizado los efectos de la DANA y qué papel ha jugado la planificación urbanística en las dimensiones del desastre.
Al respecto, Mola añade que en las parcelas en las que cayeron 300 litros por metro cuadrado, la producción “estaba muy bien”; en cambio, a poca distancia, donde “el río no estaba en condiciones”, se desbordó y las tierras han estado diez días inundadas. “El episodio de lluvias de septiembre se agravó por el abandono del río”, denuncia Mola.
Finalmente surge la cuestión de si la PAT será una solución para la gestión de la Vega Baja. Las fuentes consultadas no son muy optimistas. El agricultor, Paco Mola, lamenta que “no han invitado a los agricultores” a las reuniones sobre el PAT. “Lo poco que hemos sabido sobre el plan es que va en perjuicio nuestro y se centrará en el turismo. La agricultura, cuanto peor esté, mejor para ellos”, lamenta.
Fuente: lavanguardia.com