La campaña de tomates lleva algún tiempo en marcha y no está siendo color de rosa, debido a una serie de factores estructurales que abordamos con Massimo Pavan, uno de los principales expertos en agronegocios italianos que conoce bien la dinámica que rige el sector del tomate.
"Desde un punto de vista comercial, la última campaña terminó bastante bien y para esta nueva temporada los precios son bastante estables. Desde agosto hasta hoy, los precios han estado en de media en 1,30 €/kg para la producción del tomate cherry, que, en el sureste siciliano, es la referencia más representativa en cuanto al valor. Sin embargo, estamos presenciando algunos problemas de producción, desde la frecuencia de fenómenos meteorológicas hasta fitopatologías, como Tuta absoluta y todas las diversas formas de virus, especialmente en verano con las altas temperaturas. La suma de todos esos factores ha conducido a una reducción de las cantidades disponibles y, como consecuencia, a un aumento repentino de los costes de producción", explica el experto.
Muchos también recordarán la inundación del 25 de octubre, que dejó a las zonas de Ispica (RG) y Pachino (SR) bajo el agua con fuertes daños en el cultivo en túneles, invernaderos y fincas al exterior; sin mencionar el daño causado a las estructuras por los vientos huracanados.
La producción de tomate disminuye en el sur y aumenta en el norte
"En los últimos años, hemos sido testigos de una reducción constante en la producción de tomate, que en España ha alcanzado el 20%. Sicilia también parece estar siguiendo la misma tendencia, aunque de momento con un efecto diferente, debido a que el tomate no puede garantizar los mismos ingresos de hace unos años. Por lo tanto, los productores buscan variedades alternativas que cultivar, para mantener los presupuestos familiares", continuó el gerente.
"La situación en el centro y norte de Italia es diferente, donde las tierras cultivadas para una producción de calidad, de acuerdo con los estándares comerciales italianos, aumentan cada año. Se trata esencialmente de cultivos de verano en invernaderos altamente tecnológicos, que ayudan a gestionar mejor la producción, evitando las temperaturas excesivamente altas, típicas de Sicilia, que a menudo provocan enfermedades difíciles de combatir en las plantas", explicó Pavan.
En conclusión, las zonas de producción del preciado tomate siciliano se reducen constantemente, mientras que las tierras del norte aumentan principalmente debido a la demanda de verano, que se satisface cada vez más. Además, debemos agregar que la infraestructura y los servicios comerciales en la isla no han mejorado, sin mencionar los costes de envío (en promedio 0,15 €/kg).