Según ha destacado Alexis Goosdeel, director del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA), quien presentó el informe 2019 sobre el mercado del tráfico de drogas en la UE junto con la directora de Europol, Catherine De Bolle y el comisario europeo de Interior, Dimitris Avramópulos, el puerto de Amberes se ha convertido en el principal punto de entrada de la cocaína en la Unión Europea (UE), desplazando a España. Este informe, sin embargo, sí señala al Puerto de Algeciras como otro de los principales puntos de entrada de la droga, estimando que alrededor del 60% de la cocaina introducida en Europa lo hace a través de Bélgica y España.
El documento señala que “los contenedores marítimos en buques con destino a Europa procedentes de puertos extranjeros, generalmente de Ecuador, Colombia y Brasil, continúan siendo el principal medio de transporte utilizado para el contrabando de cocaína y las cantidades por contenedor parecen haber aumentado. Sin embargo, otros métodos de tráfico siguen siendo importantes”. Asimismo, el texto destaca que “otra ruta de uso frecuente, que involucra otras formas de transporte marítimo, parece involucrar el tránsito a través del Caribe o África Occidental, incluidas las islas frente a la costa de África Occidental”.
Según el informe, “la mayor parte de la cocaína disponible en Europa continúa siendo introducida de contrabando en los puertos de contenedores más grandes de Europa, ubicados en Bélgica (Amberes), España (Algeciras y Valencia) y los Países Bajos (Rotterdam). Sin embargo, otros puertos, en Francia (Le Havre), Alemania (Hamburgo) e Italia (Gioia Tauro), por ejemplo, ahora también se han convertido en importantes puntos de entrada de cocaína. Además, se envían cada vez cantidades más grandes de cocaína desde Sudamérica a puertos más pequeños de la UE, donde las medidas de seguridad pueden ser menos estrictas, como Malta Freeport (Malta), Montoir-de-Bretagne (Francia), Vlissingen (Países Bajos), Marín (España) o Tilbury (Reino Unido). Sin embargo, el contrabando transatlántico de cocaína utilizando aviones privados es una tendencia que parece haberse acelerado en los últimos años”.
Aparte de las nuevas vías de entrada, ha variado el modelo de operar de las mafias, con cada vez más grupos de delincuencia organizada europeos activos en Latinoamérica. "Antes se trataba de algunos grandes cárteles que controlaban desde Latinoamérica la producción y el encaminamiento de las drogas hasta Europa o Estados Unidos. Hoy hay grupos criminales desde Europa o desde los Balcanes que van directamente a Latinoamérica", explicó Goosdeel. En paralelo a todos esos cambios, en la UE se dan hoy unos niveles de violencia asociada al tráfico de drogas y de corrupción que hace años no se daban, según constata el informe.
Según los datos publicados, los europeos gastan al año unos 30.000 millones de euros en drogas ilegales, empezando por el cannabis (unos 11.600 millones), seguido a la cocaína (con un mercado estimado de unos 9.100 millones) y la heroína y otros opiáceos (7.400 millones anuales). Cerca de cuatro millones de europeos de entre 15 y 64 años dicen haber usado esa droga en el último año, según el informe.
Fuente: andaluciainformacion.es