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Los precios siguen bajos en los mercados europeos

La exportación de ajo español aumenta un 10% pese a la reducción de cosecha

La cosecha de ajo español terminó a finales de agosto con una producción de unas 280.000 toneladas y una reducción de la superficie cultivada de alrededor del 20%, siendo más notorio en Castilla-La Mancha, la principal zona productora.

"Muchos productores abandonaron sus campos tras pasar por una campaña 2018 desastrosa en precios y complicada en calidad", comenta Luis Fernando Rubio, director de la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo. "Este año, la ausencia de lluvias durante la cosecha ha beneficiado enormemente a la calidad del ajo en comparación con la campaña pasada, en la que las lluvias de mayo afectaron a los ajos tempranos en Andalucía, así como a los ajos morados en Castilla-La Mancha, en junio". 

Esto, unido a una coyuntura internacional con precios altos en los ajos chinos, ha llevado a que mejore la situación y las cotizaciones sean más aceptables este año, aunque no acordes a la calidad de este año.

"No comprendo cómo el ajo español se sigue vendiendo en Europa a precios por debajo de aquellos de los ajos argentinos y chinos. Parece imposible que los precios repunten. Parecen haberse unido la urgencia de algunos agricultores por vender el producto tras la mala experiencia de la campaña pasada y el gran poder de negociación de la distribución, que ha provocado que la la oferta de ajo español se haya dispersado. Esta atomización de la oferta, unida a la aparición de nuevos productores inexpertos, provoca que sea difícil aumentar precios a la hora de comercializar", indica Luis Fernando Rubio.

Tras varias rondas de negociaciones, la ANPCA consiguió que no se subieran los aranceles para el ajo español en Brasil a principios de este año. "Esto ha provocado que Brasil haya seguido siendo nuestro principal cliente fuera de Europa", afirma Luis Fernando. De hecho, las exportaciones de ajo español han aumentado generalmente alrededor de un 10%, ganando importancia en destinos lejanos como Canadá y Estados Unidos y otros mercados terceros, lo cual hace prever que los almacenes de la cosecha de 2019 terminen limpios para el inicio de la cosecha de 2020.

"En ANPCA hacemos un especial hincapié al sector en la calidad del ajo comercializado, ya que es nuestra carta de presentación y la única forma de seguir expandiendo nuestras exportaciones y mejorar nuestras cotizaciones. Una mala operación nos puede pasar factura a todos. Estamos también involucrados en programas europeos de promoción y en defensa de la producción europea", señala el director de esta asociación formada por más de 1.800 productores de las 56 empresas más importantes de comercialización de ajo en España, que en su conjunto suponen el 70% del total de la producción comercializada en este país.

El ajo Spring blanco y violeta ya se ha sembrado en Andalucía y Castilla-La Mancha, y en estos momentos se está sembrando el ajo morado en Castilla -La Mancha, que terminará a mediados de febrero. "Los niveles de precio de alquiler de las tierra son muy elevados y esto está frenando en parte el aumento de la superficie. De momento parece que se mantendrá estable respecto a este año", concluye Luis Fernando Rubio.