El virólogo de plantas Dr. Wulf Menzel, del Instituto Leibniz DSMZ, el Instituto Alemán para Microorganismos y Cultivos Celulares, de la ciudad de Braunschweig, junto con colegas de Núremberg y Frisinga, ha aislado por primera vez “el virus del pepino”, el virus del amarilleo de las cucurbitáceas (CABYV), en Alemania. Los científicos han publicado sus resultados en la reconocida revista científica New Disease Report. En el verano de 2019, numerosos productores bávaros informaron de que sus plantas de pepino estaban infectadas por una enfermedad desconocida. La tasa de infección en la mayoría de las explotaciones fue del 90 por ciento y el rendimiento de la cosecha cayó hasta en un
50 por ciento. Las pruebas serológicas y moleculares demostraron sin lugar a dudas que las plantas estaban infectadas con CABYV.
El virus del amarilleo de las cucurbitáceas
El virus del amarilleo de las cucurbitáceas fue descubierto en Francia en 1988 e infecta cucurbitáceas como pepinos, calabacines y calabazas. La infección provoca la deficiencia de clorofila y el engrosamiento de las hojas, entre otras cosas, y se acompaña a veces de pérdidas masivas de cosecha. El virus es transmitido por pulgones y es común en la región mediterránea.
Una imagen de un invernadero bávaro infestado / Imagen: Instituto Leibniz
El establecimiento del virus también se espera en Europa Central
Los científicos suponen que CABYV también se establecerá en los países de Europa Central. "Mientras tanto, el virus también se ha detectado en Eslovaquia y Polonia, por ejemplo", dice el Dr. Wulf Menzel, del DSMZ. "Dado que tanto los pulgones que transmiten el virus como los huéspedes naturales de hibernación del virus (varias malezas) son nativos de nuestro país, se puede suponer que el virus continuará amenazando a las cucurbitáceas en Alemania y otros países del norte de Europa el próximo año". Por lo tanto, el virólogo de plantas recomienda medidas preventivas efectivas en el cultivo de pepinos y variedades similares en invernadero, como evitar la infestación de pulgones.
Fuente: Informationsdienst Wissenschaft (IDW) / Leibniz-Institut