Mientras que en España los árboles de caquis se están arrancando de raíz debido a la temporada desastrosa (ver FreshPlaza del 15/01/2020), en Italia las cosas parecen ir de manera diferente. Vito Vitelli, agrónomo y creador del circuito Melotto®, nos ofrece una visión actualizada sobre la producción y el mercado del caqui.
"En Italia se distribuyen los ingresos a lo largo de la cadena de suministro y no exclusivamente entre los procesadores y comerciantes. De hecho, este año los productores de caquis italianos han recibido muy buenas cotizaciones. Se han alcanzado niveles de precios de 0,46-0,50 €/kg, precisamente porque los centros de procesamiento, menos agresivos y menos poderosos que los españoles, querían apostar por productos italianos. Nuestro producto es ciertamente más apreciado que el extranjero, no solo porque la calidad y el sabor son mejores, sino también por un mayor cuidado en la eliminación de los taninos".
"El problema de España no es tanto la superproducción, sino la política agresiva implementada por la gran distribución. El producto procesado español llega a los mercados europeos con precios de venta de alrededor de 0,70 €/kg, precios muy bajos que solo perjudican a los productores. Está claro que Italia se ve afectada por esta presencia comercial. Sin embargo, la situación española también podría ser una ventaja para nuestro país. Ahora España intentará regular su producción, como ya está sucediendo. Es el momento ideal para Italia para aumentar las ventas y darse a conocer en el extranjero".
"Actualmente las ventas son normales. El objetivo es tener un producto interesante para finales de enero/principios de febrero y ver cómo responde el mercado. Para ello empleamos los métodos del aplazamiento de la recolección y el almacenamiento en frío, vistos en el cultivo de manzanas e implementadas en la campaña actual", continúa Vitelli.
"Debemos fomentar el consumo del producto italiano para proteger la producción nacional y para que todas las actividades relacionadas puedan funcionar, sin la aplicación de aranceles y bloqueos en las fronteras. Por unos pocos céntimos más, no solo podemos salvar nuestras producciones, sino también comer productos más saludables y más controlados".