La empresa italiana Canova, cuya marca es Almaverde Bio, hace balance de la temporada 2019, que empezó mal pero terminó bastante bien. "Tuvimos un mal comienzo debido a la tendencia climática del mes de mayo. Las cerezas sufrieron un fuerte golpe y solo después de mediados de junio comenzamos a ver la luz. Cerramos 2019 con una ligera caída en la facturación, alrededor del 2% en comparación con 2018", explica el director Ernesto Fornari.
Cerezas, albaricoques e incluso peras son los productos que quedaron estancados más claramente. Les fue mucho mejor, especialmente en el frente de precios, a los kiwis, caquis y clementinas. "También estamos satisfechos con la campaña de las fresas, porque el producto ecológico ha sido realmente exitoso. En 2019, del volumen total de nuestras producciones, equivalente a 40.000 toneladas, el 35% se vendió en el extranjero", agrega Fornari.
Con respecto a la fruta de hueso, los melocotones amarillos son la variedad que más ha sufrido. En cuanto a los cítricos, sin embargo, hay productos que han anotado un crecimiento y otros que han sufrido.
"Necesitamos una renovación varietal, porque nuestros competidores españoles tienen clementinas de un calibre promedio mayor. Además, en ciertas temporadas y explotaciones, puede ser útil realizar un aclareo para ayudar a las plantas a alcanzar un menor volumen de fruta, pero de mayor tamaño. La diferencia de precio entre una fruta pequeña y una grande es considerable", explica el director.
Canova vendió alrededor de 2.000 toneladas de clementinas ecológicas y la demanda fue mayor que la oferta. "Lo que importa es estar al día y no tener miedo de las novedades. De hecho, debemos dedicarnos cada vez más a la innovación", concluye Fornari.
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