"Los microorganismos beneficiosos han llegado a la agricultura al aire libre para quedarse. Estos seres vivos microscópicos que ya están presentes en la naturaleza no dejan residuos ni en el suelo ni en el fruto, así que no necesitan plazo de seguridad y son completamente inocuos para el consumidor. Son 100% naturales y protegen los cultivos de plagas y enfermedades", explica Javier Villegas, director comercial de Cultivos al Aire Libre de Koppert España.
El control biológico en los cultivos al aire libre gana terreno en toda España
"En España se ha hecho una apuesta estratégica por los microorganismos beneficiosos. En poco tiempo, hemos sido capaces de cambiar la forma de gestionar la sanidad vegetal de los cultivos, gracias a un ejército invisible de nematodos y hongos. Para llegar aquí, Koppert ha recorrido un largo camino en investigación y producción a gran escala que nos ha hecho fuertes y competitivos en este sector", afirma Javier Villegas.
Javier Villegas, director comercial de Cultivos al Aire Libre
Javier Villega afirma que los microorganismos beneficiosos llegan a la agricultura como alternativa eficaz al uso de los productos químicos y plaguicidas, cada vez más escasos a consecuencia de las prohibiciones impuestas por las administraciones competentes. La progresiva pérdida de herramientas químicas para el control de plagas y enfermedades deja en muchos casos al agricultor completamente indefenso y sin saber qué hacer para proteger sus cultivos.
Un enemigo natural para cada enfermedad o plaga
"En este contexto toma fuerza el uso del control biológico de plagas y enfermedades, inspirado en las mismas reglas de juego de la naturaleza. Se trata de encontrar el enemigo natural más adecuado para controlar cada enfermedad y cada plaga y para ello Koppert aplica un enfoque integral que va mucho más allá de la planta," revela Javier Villegas.
"Las alternativas biológicas a los fungicidas convencionales son numerosas. Ofrecemos un fungicida completamente biológico llamado TRIANUM®, que funciona en la práctica como un escudo protector frente a patógenos y previene enfermedades fúngicas de raíz como Fusarium, Sclerotinia, Rhizoctonia, Phytium y nematodos patógenos. Desarrollado por Koppert Biological Systems, TRIANUM® es un fungicida biológico que contiene una exclusiva cepa de un hongo beneficioso (Trichoderma harzianum), que puede utilizarse tanto en agricultura convencional como en producción ecológica. Koppert comenzó hace tres años la comercialización de TRIANUM® en los invernaderos de frutas y hortalizas de Almería, Granada y Murcia. Tras los excelentes resultados obtenidos, este hongo beneficioso se expande ahora por cultivos al aire libre de toda España, como lechuga, cebolla, olivar, puerro, zanahoria, patata, viñedo y berries.
Efectos del fungicida biológico Trianum en puerro.
"Las principales plagas de cultivos extensivos tienen soluciones biológicas"
Los productores de cultivos extensivos ya tienen a su alcance soluciones biológicas 100% naturales y sin residuos a las principales plagas. La plaga del trips puede controlarse eficazmente con el uso del chinche depredador Orius laevigatus (THRIPOR-L®) y del nematodo entomopatógeno Steinernema feltiae (ENTONEM®). Las larvas de trips en el suelo será controladas eficazmente mediante sueltas del ácaro depredador Macrocheles robustulus (MACRO-MITE®). Para la plaga del pulgón, Koppert comercializa una mezcla de diferentes avispas parásitas con el nombre comercial de APHISCOUT®, mientras que para la plaga de mosca blanca ofrece dos soluciones altamente efectivas: el chinche depredador Nesidiocoris tenuis (NESIBUG®) y el ácaro depredador Amblyseius swirskii (SWIRSKI ULTI-MITE®). Además, Koppert dispone de soluciones específicas para cultivos como viñedo, cítricos, cebolla, etc.
El control biológico es eficaz contra las principales enfermedades de la madera en viñedo
Rentabilidad para el agricultor y salud para el consumidor
Según la empresa, el coste de la implantación del control biológico está en función de cada cultivo y depende de la extensión de la finca. "En líneas generales, el coste del control biológico es similar o inferior al del control químico. Además, hay que tener en cuenta que la rentabilidad del control biológico es mucho mayor, ya que el efecto beneficioso de los enemigos naturales se prolonga durante meses, mientras que el efecto de un agroquímico se prolonga solo durante un corto plazo de tiempo después del momento del tratamiento", cuenta Javier Villegas.
"Además de no poner en riesgo su salud, como sucedía con algunos tratamientos químicos, el control biológico entraña importantes beneficios para el agricultor. Por ejemplo, las plantas son más sanas y crecen más. Por tanto, con el control biológico aumenta la producción y el rendimiento, lo cual es positivo para la rentabilidad del cultivo. A todo esto hay que añadir que el control biológico garantiza el residuo cero del cultivo y suele ser el primer paso para la transición a producción ecológica, que sí tiene precios más altos de venta", concluye Javier Villega.
Thripor-L contra la plaga del trips en cebolla
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Javier Villegas, director comercial de Cultivos al Aire Libre
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