De acuerdo con cifras del Ministerio de Finanzas de Japón, las exportaciones mexicanas de aguacate a Japón batieron su récord en 2019, totalizando 217 millones de dólares, un 14% más que en el año anterior. De hecho, México se posiciona como el principal proveedor de aguacate del mercado japonés, con una participación de 90,5% del total de importaciones del país asiático.
Aguacate: producción mundial
A raíz del rápido crecimiento de la demanda mundial, la producción mundial de aguacate alcanzó un estimado de 6,3 millones de toneladas en 2018, lo que representa un aumento del 6,7% desde 2017, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
En 2018, aproximadamente el 35% de la producción mundial de aguacate se destinó a los mercados de exportación, en comparación con un promedio del 3 al 5% correspondiente a las otras frutas tropicales principales. Sin embargo, su producción representó solo el 6% de la producción total de los principales tropicales en 2018.
Más de la mitad de toda la producción de aguacate se genera en América Central y el Caribe, en gran parte debido a la fuerte posición de México y la República Dominicana.
La producción en México solo representó más de un tercio de la producción mundial en 2018, habiendo crecido un 11% desde 2017 como resultado de importantes inversiones en tecnologías para mejorar el rendimiento y la expansión del área.
Propiedades
Hoy en día, como resultado de diferentes investigaciones, se reconoce que además de ser una fuente de energía y vitaminas, el aguacate también brinda beneficios fisiológicos no nutritivos específicos que pueden mejorar la salud.
Desde este punto de vista, el aguacate puede considerarse como un “alimento funcional”. Algunos ingredientes nutracéuticos que se han encontrado en la pulpa de aguacate son antioxidantes, como la vitamina E o los tocoferoles y el glutatión.
Ambos funcionan como antioxidantes, neutralizando los radicales libres que pueden dañar las células envejecidas, el corazón y contribuir al desarrollo de algunos tipos de cáncer, como los que atacan la boca y la faringe, según la FAO.
Fuente: opportimes.com