El brote del coronavirus está teniendo consecuencias para el comercio entre Europa y China. Debido a que algunas zonas están cerradas herméticamente, los contenedores reefer se han quedado retenidos en los puertos chinos o en el interior, incluida su carga. Especialmente los puertos son el cuello de botella donde se han quedado paralizados los contenedores.
Algunas compañías navieras reportan una escasez de un total de 100.000 contenedores refrigerados para productos hortofrutícolas. Maersk informa que hay 3.500 reefers llenos de productos que están retenidos en los puertos chinos.
"Vemos que las tarifas de los contenedores reefer se han disparado", dice un agente de transporte en los Países Bajos. “Ya vimos escasez de por sí en el mercado de reefers en agosto de 2019 y ahora se le ha sumado esta situación. Hacemos bastantes envíos en contenedores refrigerados hacia y desde el Lejano Oriente, entre otras cosas para la importación de ajo y pampelmusa para el mercado europeo. Muchos de nuestros colegas chinos trabajan actualmente desde casa. Todavía estamos recibiendo los volúmenes programados, pero nos cuesta más tiempo y esfuerzo de lo habitual".
Por su parte, un expedidor informa de que cuesta mucho trabajo reservar contenedores debido a la situación en China. “El mercado es muy incierto en este momento y puede cambiar cada minuto. Es como armar un rompecabezas, no es nada fácil reservar contenedores en estos momentos. Normalmente llegan 8 buques portacontenedores de China, pero solo habrá dos a partir de marzo. Esos barcos llevan menos equipos vacíos, es decir, menos capacidad para la exportación a China".
Todavía no hay perspectivas de que mejore la situación. "Realmente espero que con esta situación las relaciones en los Países Bajos se enderecen un poco", dice el agente de transporte. "Salen menos contenedores hacia China y entonces habrá más reefers disponibles para otros mercados, pero, al fin y al cabo, eso no es seguro".