Pese a que la exportación se ha incrementado significativamente en los últimos años, el sector hortofrutícola español vive tiempos de austeridad, con márgenes de beneficio cada vez más ajustados en casi todas las partes involucradas en la cadena de valor, desde el agricultor hasta el comercilaizador, pasando por el transporte.
“Cada vez cuesta más encontrar chóferes, ya que los sueldos no son una motivación para optar por este trabajo, que no compensa por pasarse la vida fuera de casa. Los beneficios se han ajustado también para el sector del transporte, que hacemos lo que podemos para seguir ofreciendo nuestros servicios en un mercado cada vez más competitivo”, comenta David Mostert, director comercial de la empresa de transporte Betrex España.
“La competencia entre las grandes cadenas de distribución, las cuales tienen cada vez más control sobre este sector, está llevando a que el precio sea más importante que la calidad de lo que compran. Muchas empresas pequeñas y medianas de transporte, así como productoras y comercializadoras con facturaciones que no superan los 4 millones de euros, siguen cerrando cada año y solo sobreviven los más grandes, que cada vez crecen más. Es una época difícil para que las empresas de pequeño tamaño hagan fuertes inversiones”, señala el director comercial de esta empresa hispano-neerlandesa.
También hay que considerar la necesidad, cada vez más urgente, de hacer el mundo más sostenible. Como respuesta a esto nace el tren de Silla-Rotterdam; no obstante, su uso se ha complicado por la falta de continuidad del servicio. "En Betrex hemos trabajado con él porque consideramos que es una alternativa que resulta mucho más sostenible y buena para el planeta. Esperamos que con el tiempo estos problemas que dificultan el servicio se solucionen y podamos utilizarlo de forma efectiva en nuestros transportes, ya que ahora mismo no puede competir con el transporte por carretera ni en precio ni, mucho menos, en flexibilidad", indica David Mostert.
En cuanto a los efectos de las condiciones meteorológicas en el Levante español y las manifestaciones de agricultores por todo el país en los últimos meses, David afirma que su negocio ha seguido manteniendo la estabilidad: “No hemos notado cambios a razón de estos acontecimientos, que no han afectado al volumen de tráfico de mercancía. Nosotros hemos seguido cargando. Al final, la gente necesita seguir comiendo y, por lo tanto, las compras y las ventas continúan”.
Con sede en Gandía, Valencia, Betrex opera con empresas productoras y exportadoras de toda España. Cuando termina la campaña de cítricos y hortalizas en otoño e invierno, la más importante en volúmenes, se pasa a la campaña de fruta de hueso, melón y sandía en verano, continuando con otros productos como la patata, la cebolla y el ajo. “Es cierto que en verano disminuye la actividad en el sector hortofrutícola, pero durante ese período transportamos también productos no perecederos, que suponen el 20% del volumen total de nuestro negocio, con lo cual el flujo se mantiene”, señala David Mostert.
Betrex, que cumplió 30 años hace poco, se especializa en los envíos a Bélgica, Países Bajos y Francia. No obstante, su próximo paso será expandirse y diversificarse poco a poco en países del Este. “Buscamos un equipo que se ocupe de abrir canales en Polonia, un país cercano a los demás países del este de Europa y, por tanto, interesante como punto de redistribución de mercancía a estos mercados”.
“Tenemos más de 30 años de experiencia, desde cargas completas a grupajes, con gente que conoce el mercado. Queremos dar a los clientes una solución completa y un servicio personal, en cualquier momento y para cada problema que puede surgir”, recuerda David Mostert.
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