El 2019 fue un año particularmente emocionante para el grupo alemán Dohme, ya que el cultivo de champiñones creció significativamente en sus dos ubicaciones de producción en Tietzow y Hess-Oldendorf para satisfacer la creciente demanda de producto local. La nueva ley de envasado también entró en vigencia, lo que significa que la mitad de los champiñones convencionales y ecológicos ahora deben envasarse en bandejas de cartón. Por último, pero no por ello menos importante, el productor de sustrato y champiñones está invirtiendo en nueva tecnología de cosecha para contrarrestar la falta de personal, de acuerdo con el director Gerard van de Wijdeven.
La demanda de champiñones frescos, preferiblemente locales, ha crecido rápidamente en los últimos años, tanto en el sector ecológico como en el convencional, de acuerdo con el director holandés, quien trabaja en la empresa desde 2008. Los champiñones marrones en particular son cada vez más apreciados entre los consumidores, ya que por su color son asociados con un producto natural. "Hasta hace 10 años, la proporción de champiñones marrones era como máximo del 5%; hoy, alrededor del 40% de nuestros champiñones son marrones. La cuota de ventas de hongos ecológicos ha pasado del 8 al 18% en 2 años", dice Van de Wijdeven.
Carla y Gerard van de Wijdeven durante la feria BioFach de este año en la ciudad alemana de Núremberg. El holandés ya lleva 12 años trabajando para la empresa familiar alemana.
Ampliación de la capacidad
La ampliación de la capacidad en ambas explotaciones fue, por lo tanto, un paso lógico. "Nuestro volumen de producción semanal ahora supera las 40 toneladas de champiñones ecológicos y 350 toneladas de champiñones convencionales. En verano, la cantidad semanal de producto convencional puede ser 10 toneladas más baja, dependiendo de la demanda y de las condiciones meteorológicas. Pero el mercado sigue en aumento, especialmente en Alemania. Estamos notando que los champiñones premium de cultivo local están ganando importancia en todo el sector retail alemán".
La mayoría de los champiñones todavía se cosechan a mano, pero en un futuro cercano se cosecharán de forma totalmente automática.
El sustrato de producción propia es la clave
Hoy en día, la empresa familiar tiene tres divisiones diferentes: la producción y comercialización de champiñones ecológicos, de setas convencionales y de sustrato para hongos. "Nuestro objetivo es garantizar una economía de ciclo cerrado, ya que apostamos cada vez más por el segmento premium", explica Van de Wijdeven. A diferencia de los champiñones, los sustratos no solo se venden en el mercado interno, sino que también se exportan a los países vecinos (como Suiza, Escandinavia, Francia y Polonia).
La sede de la empresa en Nauen OT Tietzow
Bandejas de cartón y cosecha automatizada
Hoy en día, la empresa sirve a casi todas las cadenas retail de alimentos conocidas en Alemania champiñones frescos de su cultivo propio durante todo el año. Van de Wijdeven explica que esto se ha logrado mediante criterios de alta calidad, también para el embalaje del producto. "Como resultado de la nueva legislación en Alemania, desde el año pasado hemos estado suministrando aproximadamente la mitad de nuestros champiñones en bandejas de cartón sostenibles; el resto, en cajas reutilizables".
En el futuro cercano, la empresa se esforzará por optimizar aún más los procesos de producción debido a la sorprendente falta de recolectores y de mano de obra. "Estamos probando un sistema de cosecha totalmente automatizado en una de nuestras cámaras de producción. De esta manera, esperamos no solo resolver el creciente problema de escasez de personal en el futuro, sino también crear un aumento considerable en la eficiencia a nivel de producción”.
Para más información:
Bio-Champignons Max F. Dohme
Gerard van de Wijdeven
Börnickerstrasse 1A
14641 Nauen OT Tietzow (Alemania)
Tel.: +49 (0)33 23 02 08 158
Fax: +49 (0)33 23 02 08 159
Móvil: +49 (0) 15 222 985 015
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