La temporada citrícola ha sido bastante complicada en Turquía este año. Pese a que ha hecho un tiempo bastante bueno, ahora mismo el producto es muy caro, según Mustafa Arslan, propietario de MDA Agricultural Products. "Para los exportadores turcos, la temporada citrícola no ha sido demasiado mala, pero tampoco ha sido fantástica. Los precios están muy altos en estos momentos; de hecho, estamos teniendo los niveles de precio al productor más altos de la última década. Ahora mismo, estamos trabajando con naranjas Valencia, pomelos Riored, limones Lamas y mandarinas. Pese a que la temporada avanza, la demanda es muy baja. El año pasado, la demanda fue mucho más alta que en estos momentos. Las campañas finalizarán a últimos de abril o mediados de mayo, a excepción de los limones, que se prevé que acaben a finales de marzo".
Si bien los volúmenes son similares a los del año pasado, la temporada es peor en general. "Los precios serán altos, pero los costes se han incrementado considerablemente también, por lo que, en realidad, los beneficios han disminuido si lo comparamos con la situación del año pasado. Al comienzo de la temporada teníamos calibres más pequeños por la falta de lluvia", explica Arslan. "En cambio, el cielo ha estado despejado mayormente en los últimos meses, así que hemos podido cosechar todo el producto y acabar la mayor parte de la cosecha. Yo diría que se ha podido cosechar en torno al 80 por ciento de todo el producto. Los cielos despejados también son una ventaja para el futuro, pues no esperamos muchos daños debido a heladas fuertes".
Los cítricos de MDA Agro se exportan a 24 países repartidos en cinco continentes. Expandirse es bastante difícil para la empresa, dice Arslan: "Con la excepción de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, exportamos al resto de países europeos. También exportamos a países de Oriente Medio y Extremo Oriente. Por último, nuestro producto también se envía a América del Norte. En estos momentos no hay ningún motivo para penetrar en mercados nuevos, pues solo podemos aceptar los pedidos de los socios que tenemos ahora. Estamos limitado a unas 10.000 toneladas por campaña. Nuestra ventaja es que podemos centrarnos totalmente en aumentar la calidad de nuestro producto a lo largo de toda la temporada y a nuestros clientes les alegra. Y cuando ellos están contentos, nosotros también".
Como en el resto del mundo, el coronavirus es un tema candente entre los exportadores turcos. "El coronavirus se está propagando rápidamente y, aunque no nos encontramos con demasiados problemas por ahora, podría ser un problema serio cuando alcancemos el final de la temporada. Si el virus se sigue extendiendo, creo que los viajes se detendrán y el consumo de frutas y hortalizas extranjeras disminuirá en todo el mundo. Por eso vamos a intentar acabar la campaña citrícola un poco antes este año", concluye Arslan.
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Mustafa Arslan
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