Los supermercados modernos con sus muchos expositores de frutas y hortalizas a granel son realmente una maravilla, además de un recordatorio de que Estados Unidos disfruta de una oferta de alimentos segura y abundante. Sin embargo, ante el brote actual de COVID-19 en todo el país, han surgido muchas preguntas sobre la seguridad de las frutas y hortalizas frescas.
Según Amanda Deering, especialista de extensión del Departamento de Ciencias de los Alimentos de la Universidad Purdue, la investigación actual indica que el virus no se transmite por los alimentos.
"Según todas las indicaciones, el virus COVID-19 parece transmitirse al igual que otros virus", comenta Deering. "Eso es muy positivo porque las mismas prácticas que usamos normalmente para reducir el riesgo de contaminación, como lavarse las manos y lavar frutas y hortalizas antes de comer, deberían ser aplicables para reducir el riesgo de contraer COVID-19".
Scott Monroe, educador de seguridad alimentaria de la Extensión de Purdue, señala que muchos productores ya incorporan buenas prácticas agrícolas que reducen el riesgo de contaminación para un humano.
“Aunque los virus pueden transmitirse desde las superficies, la mayoría de los productores toman medidas para evitar la contaminación. En este momento, el miedo a COVID-19 no debería ser una razón para dejar de comprar frutas y hortalizas frescas”, comenta.
Aunque el riesgo de que cualquier persona contraiga COVID-19 a través de las frutas y hortalizas es pequeño, Deering y Monroe recomiendan los siguientes pasos para reducir aún más el riesgo:
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El lavado frecuente de manos efectivamente reduce el riesgo. Después de ir al supermercado, asegúrate de lavarte las manos, especialmente si usas pinzas u otros utensilios compartidos.
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Intenta no tocar los productos. Aunque parte de la experiencia de compra es sentir, tocar y manipular el producto, eso puede aumentar la probabilidad de que un patógeno se deposite o se adquiera del producto.
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Los consumidores inmunodeprimidos deberían considerar comprar frutas y hortalizas preenvasadas como medida adicional de precaución o elegir comer frutas y hortalizas cocinadas.
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Todos los productos se deben lavar bien antes del consumo.
Se ha demostrado que la incorporación de frutas y hortalizas frescas a la dieta aumenta la salud en general, incluido el sistema inmunitario. Mantenerse saludable aumenta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Al tomar algunas precauciones obvias, como lavarse las manos con frecuencia y lavar los productos, los consumidores pueden seguir disfrutando de los beneficios para la salud de las frutas y hortalizas frescas sin el riesgo excesivo de adquirir COVID-19.