Gijsbrecht Gunter, de Holland Onion Association, ha notado el aumento en las ventas de cebolla debido al coronavirus, pero también se da cuenta de los desafíos a los que se enfrenta ahora el sector. "Algunas empresas que trabajan mucho con personal temporal no tienen la capacidad suficiente porque los trabajadores extranjeros, sobre todo polacos y rumanos, volvieron a sus países la semana pasada. No obstante, la logística es actualmente el mayor desafío, tanto por mar como por carretera. Hay menos conductores, lo que hace que el transporte suponga un problema añadido y probablemente, dentro de poco, será incluso más costoso".
"En términos de ventas, debemos distinguir tres segmentos de mercado: los Países Bajos (5-10%), Europa (25-30%) y la exportación (60-70%). En el mercado interno se está produciendo realmente acaparamiento de cebollas. Las cebollas son un producto muy saludable, tienen una gran vida útil y se suelen combinar con la pasta, otro producto que se está acaparando en grandes cantidades. En resumen, son múltiples los factores que explican la fuerte demanda al alza. Sin embargo, esto podría ser un efecto temporal y no se puede descartar un retroceso durante las siguientes semanas o meses".
"Las empresas individuales, que abastecen a los supermercados, a veces apenas pueden satisfacer la demanda. Para estas empresas, el transporte a menudo lo organizan las mismas cadenas de supermercados y, por lo tanto, no supone un problema. Los hoteles y restaurantes actualmente no piden cebollas porque están cerrados, pero solo representan un segmento relativamente pequeño del total", dice el presidente de la asociación.
"Dentro de Europa vemos una demanda significativamente mayor de lo habitual. En el extranjero, especialmente en Europa del Este, muchos procesadores están paralizados, lo que ha hecho que la demanda se traslade a los procesadores holandeses. Por lo tanto, aquellas empresas que sirven al mercado holandés y europeo tienen mucha demanda. El mayor tema sigue siendo la incertidumbre con respecto a las medidas que puedan tomar los diversos países en las próximas semanas. El cierre de las fronteras será un freno para las oportunidades de exportación", dice Gijsbrecht.
"Hoy en día, la gran mayoría de las exportaciones de cebollas holandesas están destinadas a terceros países. Las cebollas llegan a 140 países en todo el mundo. Exportamos durante todo el año. Actualmente, la demanda del resto del mundo no es muy diferente de lo habitual. No obstante, esta temporada hemos batido el récord de exportaciones, no por la crisis del coronavirus, sino por la pérdida de cosechas en otros países. Aun así, el aumento de la demanda en el resto del mundo no ha sido tan marcado como en los Países Bajos y la UE. Algunos notan que África demanda más cebollas, pero eso se debe más bien al inicio del Ramadán a principios de abril que al coronavirus", dice Gijsbrecht.
"Todavía hay muchas incertidumbres sobre la propagación del virus fuera de Europa y las posibles medidas que los países vayan tomando. Por ejemplo, en África Occidental, donde se envían muchas cebollas holandesas, se están reportando los primeros casos de coronavirus. Desde que el virus empezó a propagarse en China a mediados de enero, la cantidad de contenedores (frigoríficos) disponibles disminuyó. Era muy difícil disponer de suficientes reefers. Estos factores y la creciente demanda de Europa conducen a un precio más alto para las cebollas, lo cual tiene un efecto inhibidor sobre la demanda de los mercados de ultramar", concluye Gijsbrecht.
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Gijsbrecht Gunter
Holland Onion Association
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