Esta es ya la tercera DANA que sufren Murcia y Alicante, donde las tormentas y las inundaciones no han dado tregua al campo desde que empezó la temporada de otoño e invierno, que concentra los mayores volúmenes de producción de hortalizas en Europa. Estas adversidades climáticas puntuales llegan en mal momento para el campo, que lleva unas dos semanas adaptándose a las limitaciones y dificultades en producción derivadas del coronavirus, que provoca la enfermedad COVID-19.
En algunas zonas de Murcia han caído más de 100 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas, mientras que en la provincia de Alicante fueron más de 50 litros por metro cuadrado en las comarcas de la Marina Alta y la Vega Baja. También ha caído mucha lluvia en la provincia de Valencia y en Almería, pero los ríos no se han desbordado.
"Nunca hemos conocido año así. Murcia, el norte de Almería y el sur de Alicante son de las zonas más secas de España y siempre viene bien la lluvia, pero no de esta forma, ya que se generan inundaciones, escorrentías, daños medioambientales y exceso de humedad que afectan a los cultivos y obligan a detener la producción", explica Fernando P. Gómez, presidente de Proexport.
"Llevamos dos días sin recolectar en el campo porque los campos están anegados y embarrados. Las lechugas más grandes tienen menos afectación por el barro que las de pequeño calibre", explica Dori Serrano, directora comercial de Murciana de Vegetales. "De momento, hay atrasos con los pedidos y menos disponibilidad, lo cual está siendo complicado para nosotros, que nos vemos obligados a planificar y repartir los pedidos. Venimos de una situación ya caótica por la psicosis de los consumidores ante el coronavirus y las compras masivas en los supermercados. Ya no hay pedidos del canal horeca y se cancelaron otras programaciones, mientras que los supermercados han multiplicado sus pedidos exponencialmente. Desde la producción intentamos acompasar los cortes y trabajar con la distribución para que todos reciban producto", añade.
"A pesar del coronavirus, hemos seguido suministrando cada día, manteniendo las normas de seguridad y prevención de contagio estrictamente, ya que para nosotros es lo más importante. Tras esta DANA tendremos que observar de cerca cómo evolucionan las condiciones meteorológicas, para ver qué daños se presentan en los cultivos por exceso de humedad. Se espera que las lechugas Romana e Iceberg no tengan más destrío por problemas de calidad, pero las Baby o Mini Romana tendrán más complicaciones", avanza Dori Serrano.
Los pedidos se han disparado en toda Europa a medida que los Gobiernos de cada país van endureciendo las medidas de confinamiento y prevención de la expansión del virus, mientras que la producción se ralentiza ahora más con la llegada de las tormentas. "Desde que Boris Johnson anunció el confinamiento total, los pedidos se han doblado en el Reino Unido", cuenta Fernando P. Gómez.
"Trabajamos con medidas extremas de protección por el virus –como las recientes restricciones de eliminar un tercio más los pasajeros por vehículo o la limitación del personal–, que influyen en la productividad. No obstante, desde los primeros días que empezaron a implementarse estas medidas los trabajadores ya operan con más agilidad tanto en el campo como en las centrales de manipulación y envasado", afirma el presidente de Proexport.
"Nuestros clientes están bien informados de todos los acontecimientos. Solo podemos afrontar esta DANA con la misma profesionalidad que hemos estado mostrando hasta ahora en la coyuntura del COVID-19", señala Fernando P. Gómez en referencia al sector hortofrutícola español. "Tenemos la obligación de garantizar el suministro y todo el sector está dando muestras de compromiso y responsabilidad. El sector de la producción de hortalizas en Murcia está haciendo un 'máster en gestión de crisis', y creo que vamos a sacar buena nota. No es fácil, nadie ha pasado por esto antes".