El brote de coronavirus tiene un gran impacto en el sector de los espárragos. "No se podía prever", observa Will Teeuwen, de la empresa productora de espárragos holandesa Teboza. Sin embargo, según él, todavía hay muchas oportunidades de venta. "La brecha que se ha creado con el cierre del sector de la restauración debe llenarse. Hay que activar el comercio retail. Tengo la esperanza de que el consumidor que ahora está en casa los siete días de la semana también empiece a disfrutar de varios productos frescos y saludables además de los platos de pasta. Esta tiene que ser la nueva realidad. Somos animales de costumbres y normalmente seguimos patrones fijos, algo que ahora se va modificando por completo. La gente tardará un tiempo en encontrar un nuevo ritmo de vida y nuevos hábitos”.
"Estamos en un período de transición. La semana pasada vimos situaciones de acaparamiento en los supermercados, algo que también presentó nuevos desafíos para los proveedores. Ahora los supermercados están entrando en aguas un poco más tranquilas. Hace dos semanas comenzamos a hacer entregas al retail holandés y va realmente bien. En estos momentos, el suministro no es demasiado grande. Los espárragos no son el producto más demandado en esta época del año, pero ya tienen que estar presentes en los estantes para que la gente pueda acostumbrarse y prepararse para la temporada alta. En Bélgica, las ventas son mucho más tranquilas de lo habitual. Tenemos que prestar especial atención a este mercado ahora", dice Will.
"Los precios no están al nivel que quisiéramos, pero eso no me preocupa. Hay sectores que ven que sus ventas se paralizan por completo. Para nosotros, las ventas a los supermercados holandeses todavía van para adelante. El comercio retail en Alemania tradicionalmente comienza un poco más tarde y en estos momentos todavía está ofreciendo producto griego. He trabajado en el sector durante mucho tiempo y, a lo largo de los años, parece que cualquier crisis siempre ha tenido poco impacto en el consumo de espárragos. No es un producto que se coma todos los días, pero hasta en tiempos difíciles, los consumidores se dan una comilona con espárragos", continúa el productor.
"Es un desafío poder contar con suficientes recolectores. Esto no solo ocurre en los Países Bajos, sino también en muchos otros países productores. No todos podrán cosechar su producto y la oferta disminuirá", prevé Will, que tiene suficientes trabajadores a su disposición por el momento, en parte gracias al personal que ahora no puede trabajar en otros sectores. "Pero no sé cómo evolucionará la situación en las próximas semanas. Todos estamos inseguros. Por ejemplo, habíamos retrasado el inicio de la recolección debido a las lluvias y las tormentas. Pero traer a gente del este de Europa es ahora difícil en extremo. A pesar de todos los acuerdos políticos, vemos que cada país, e incluso cada funcionario de aduanas, parece aplicar reglas diferentes, mientras que en los Países Bajos se necesitan verdaderamente temporeros extranjeros para mantener el suministro de alimentos".
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Will Teeuwen
Teboza
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