Los consumidores chinos han tenido que cambiar sus hábitos de consumo en las últimas semanas, pues muchos restaurantes cerraron sus puertas temporalmente en respuesta al brote de COVID-19. Ahora, hay que comer más en casa y prepararse la comida. A raíz de estos cambios, los hábitos de compra de los consumidores chinos también han cambiado. Se presta más atención a los alimentos saludables, así como a la vida útil de los productos.
Xu, de Rizhao Green Extension Food Co., Ltd., comparte cómo ha sido la experiencia en su empresa durante la pandemia. "Nuestra empresa se especializa en la oferta de frutas y hortalizas congeladas. Normalmente servimos a los mercados extranjeros, pero en esta pandemia también estamos abasteciendo al mercado nacional. La agricultura china suele suministrar grandes volúmenes de productos frescos en esta época del año, pero el brote de COVID-19 ha cambiado los patrones de consumo. Hemos recibido un número creciente de pedidos de frutas y hortalizas congeladas. No se debe solo a que los productos congelados tienen una vida útil larga, sino también a que son más fáciles de preparar en casa. La preparación de los productos congelados requiere menos esfuerzo que la preparación de los productos frescos".
"El mercado ha sido un tanto lento y caótico en las últimas semanas. Reanudamos la actividad relativamente pronto y nos beneficiamos de un mercado creciente para los productos congelados, pero el mercado de exportación no es bueno. Nuestro volumen de exportación ha descendido, principalmente porque las empresas chinas cerraron temporalmente después del Año Nuevo chino [25 de enero], y este periodo de inactividad se prolongó por la COVID-19, que se convirtió más adelante en pandemia y afectó al mercado mundial. Todavía hay demanda de los mercados extranjeros, aunque la pandemia afecta a las ventas generales, pero la demanda de frutas y hortalizas congeladas no cesará".
"Hace poco exportábamos productos a Alemania, el Reino Unido y los Estados Unidos. No obstante, los Estados Unidos han detenido temporalmente los pedidos porque la pandemia de COVID-19 está haciendo mella. No se sabe con claridad cuándo mejorará la situación. En cuanto a la distribución, la nacional se ha recuperado, pero en ultramar aún se ve afectada por la lentitud en los puertos. Los productos se retrasan en ocasiones, pero aún podemos hacerlos llegar a sus destinos. Nuestro volumen general de exportación ha bajado un 10% en comparación con el año pasado. Sigue siendo difícil saber cómo se desarrollará la situación, porque muchos países ahora están en plena batalla contra la COVID-19".
"Predecimos un crecimiento rápido en la demanda mundial de productos congelados. Muchas personas están confinadas en casa durante esta pandemia y no tienen manera de salir a por la cena. La gente recuperará sus hábitos de compra regulares en cuanto la crisis acabe y la demanda de mercado vuelva a crecer. Los precios de mercado actuales son bastante estables. No obstante, también son bastante bajos, pues la demanda extranjera ha caído. El mercado de exportación es lento y un tanto caótico, lo que se traduce en precios bajos. Vendemos más de 30 tipos de frutas y hortalizas congeladas. El ajo congelado y el jengibre congelado tienen bastante demanda en los mercados extranjeros. La demanda nacional se centra en la coliflor, el brócoli, los guisantes, el maíz y el surtido de hortalizas congelados. Podemos producir hortalizas congeladas de acuerdo con los requisitos de tamaño y variedad del cliente".
Xu Chuangang (Ross)
Rizhao Green Extension Food Co., Ltd.
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