"Tenemos suerte de que la mayoría de nuestros negocios en Europa los hacemos con la gran distribución alimentaria y no con el canal horeca, que se ha visto especialmente perjudicado. Justo antes del confinamiento, conseguimos un nuevo cliente horeca importante, pero se ha quedado en espera de momento", dice Simon Derrick, de Blue Skies, que suministra fruta de IV gama, zumo fresco y helado sin lácteos al retail.
"Se sigue comprando fruta de IV gama, pero la demanda de alimentos para llevar, como envases de fruta más pequeños y sándwiches, ha caído con la reducción de personas que compran su comida para tomar fuera de casa. En toda Europa, vimos subir las ventas en general justo antes de la entrada en vigor del confinamiento, pero después bajaron de manera pronunciada hasta el punto que experimentamos un descenso de más del 30%".
Según Simon, se sigue comprando fruta preparada porque es sana y cómoda, y también seguramente por los estándares percibidos. "Estamos viendo subir de nuevo las ventas, con aumentos de los volúmenes generales de un 15% en los diez últimos días. Lo interesante es que sigamos viendo un crecimiento más fuerte de las ventas en Europa (a excepción de Francia) que en el Reino Unido; en Bélgica y Países Bajos, hemos observado una recuperación más rápida hasta una actividad comercial casi normal. Estas diferencias podrían deberse a las medidas de confinamiento de cada país o simplemente a que los consumidores se están acostumbrando a una nueva forma de hacer la compra después de unas semanas de esta nueva normalidad".
A causa de la corta vida útil de la fruta de IV gama, es esencial una buena cadena logística para que el producto llegue rápido al mercado, y Blue Skies confían principalmente en el transporte aéreo.
"Normalmente cargaríamos la fruta en la bodega de carga de los aviones de pasajeros, pero, como es evidente, no hay muchos vuelos de pasajeros ahora mismo. Nuestros productos solo tienen una vida útil de 7 días, por lo que el envío marítimo no es una opción para nosotros. Por lo tanto, hemos tenido que replantear nuestra logística, de una dependiente de los aviones de pasajeros a una que recurre a cargueros. Somos afortunados de contar con un equipo maravilloso que ha obrado milagros para asegurarnos la capacidad de carga que necesitamos".
Abastecimiento de ultramar
Blue Skies se abastece de una red de fábricas de África y Sudamérica, en países como Ghana, Egipto, Sudáfrica y Brasil. Las restricciones fronterizas y de movimiento de aeronaves están afectando a los países de diferentes formas, y esto ha ejercido presión sobre la logística de la empresa. "Por fortuna, gracias a la flexibilidad que nos proporciona nuestro modelo, hemos podido trabajar sorteando las restricciones trasladando la producción donde fuera preciso y adaptándonos para aprovechar la capacidad de carga aérea disponible. Ha sido difícil, pero hemos conseguido que funcione".
La empresa ha abierto además recientemente una nueva fábrica de última generación en Benín, África occidental. "Estamos entusiasmados con estas nuevas instalaciones", reconoce Simon. "No solo ampliarán nuestra capacidad y nuestra flexibilidad de abastecimiento, sino que también será una punta de lanza en cuanto a credenciales verdes para Blue Skies, pues incorpora nuevas tecnologías y procesos que nos permiten reducir de manera significativa el uso de agua, plástico y productos químicos".
Blue Skies tiene la suerte también de contar con una red de seguridad en forma de fábrica en el Reino Unido, que abrió hace diez años después de la erupción del volcán islandés. "Aquella fue una gran lección para nuestro negocio, porque entonces dependíamos totalmente de nuestras fábricas en el extranjero, y entonces los cielos de Europa estuvieron cerrados una semana, y una semana sin poder abastecer a los retailers es mucho tiempo. Ahora, aunque los cielos han cerrado en cuanto a vuelos de pasajeros, aún tenemos capacidad de carga y las instalaciones del Reino Unido. Se podría discutir que la situación general es mucho peor esta vez, pero aún podemos abastecer a nuestros retailers de toda Europa mediante cargueros o importando frutas enteras para prepararlas en el Reino Unido".
La fábrica del Reino Unido se construyó en caso de contingencia para una situación como esta, pero también desempeña un papel importante en momentos normales para la composición de las mezclas de fruta de diferentes orígenes y el desarrollo de nuevas ideas de producto con los clientes, para producirlas en las fábricas que la empresa tiene en todo el mundo.
Queens Award for Enterprise
Un aspecto positivo que destacar es que Blue Skies ha sido premiada con su cuarto Queens Award for Enterprise en la categoría de desarrollo sostenible.
El galardón reconoce el desarrollo del plan de sostenibilidad pionero de la empresa, llamado Blue Skies Blueprint. Se trata de una serie de compromisos orientados a las personas, el planeta y los beneficios, diseñado para garantizar el cumplimiento de las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de que las generaciones futuras satisfagan sus propias necesidades. El plan Blueprint está creado a través de la metodología Measure Engage Action de la empresa, que le permite operar un ciclo de mejora continua basada en ser capaz de comprender su impacto, definir sus prioridades y aplicar medidas rápidamente para mejorar.
El presidente y fundador Anthony Pile dice: "Los principios del desarrollo sostenible están firmemente asentados en nuestra empresa, aunque sabemos que hay temas que cobran interés entre nuestros accionistas, como los plásticos, los residuos y las emisiones de carbono. Blueprint nos permite centrar mayores esfuerzos en las áreas más importantes y acelerar ideas y proyectos que nos permitan marcar el camino".
Más información:
Simon Derrick
Blue Skies
simon.derrick@blueskies.com
www.blueskies.com