El inicio de la campaña de fruta de hueso en Badajoz está dejando sensaciones muy positivas y esperanzadoras en un sector castigado por las crisis de precios en los últimos años. La ciruela, el producto más importante de esta zona productora, se ha adelantado entre una semana y diez días con volúmenes muy por debajo de la campaña anterior, así como con precios superiores. El melocotón y la nectarina también tienen una demanda superior al ejercicio pasado y mejores precios, sobretodo la nectarina.
“Llevamos unas dos semanas muy buenas de venta de melocotón y nectarina. Hay menos oferta disponible, situándose por debajo de la demanda. Además, el buen tiempo en gran parte de Europa y las nuevas tendencias de consumo derivadas de las políticas de confinamiento en está coyuntura de crisis sanitaria, están jugando a nuestro favor. Los precios están siendo de momento buenos para toda la cadena de valor, empezando por el productor”, cuenta José Aurelio García, gerente de Explum.
La cosecha de ciruela Ealry Queen, variedad temprana de referencia, ha bajado su producción alrededor de un 50%. “La demanda y los precios ya son superiores a los del año pasado y tenemos la esperanza de que se mantenga esta tendencia durante el resto de la campaña, a la espera de ver cómo reacciona el mercado cuando entre más producción con variedades populares como Black Splendor, con más calibre y demanda en más mercados. De momento, esta variedad se está cosechando ya en Sevilla y en menos de dos semanas empezará a cosecharse en Badajoz. Para entonces, esperamos que el mercado esté completamente limpio de Early Queen, ya que, a diferencia de otros años, cerramos cada jornada con las cámaras de frío vacías de producto”.
Las heladas de Italia han hecho caer la producción de fruta de hueso en general. “Allí producen sobretodo ciruela Angeleno, por lo que posiblemente tendremos menos competencia este año en esta variedad. Los rendimientos de ciruela amarilla, que empieza a recolectarse entre julio y agosto, también son menores, pero no sabemos como reaccionará el mercado, aunque Polonia también dispondrá de menos ciruela roja y amarilla. Estamos en un nuevo escenario de consumo y no sabemos todavía como se va a comportar la demanda a ciencia cierta en pleno verano. Sigue habiendo incertidumbre, pero el alto consumo de fruta por la preocupación por la salud en tiempos de pandemia, nos dan motivos para ser positivos”, señala José Aurelio.
Si hay algo que preocupa a los exportadores de ciruela este año, es la posible pérdida del mercado brasileño, que el año pasado absorbió unos 1000 contenedores. “Con tal de prevenir la Lobesia botrana, una plaga que afecta a cultivos como la viña, las autoridades brasileñas nos exigen que a partir de ahora tratemos nuestra producción con bromuro de metilo, un producto fitosanitario cuyo uso se prohibió en el año 2005. Todavía no hemos encontrado una solución a esto, que pone en peligro un mercado importante para el sector, especialmente en ciruela negra”, concluye el gerente de Explum.
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