"Si bien es verdad que el coronavirus ha impulsado el consumo de hortalizas y de frutas, especialmente de aquellas con un alto contenido de vitaminas, como los cítricos, no se puede decir lo mismo de los productos tropicales importados", dice con amargura Lino Campanella, responsable de ventas de Italfrutta Distribuzioni, una empresa especializada en el comercio de referencias exóticas, con sede en el mercado mayorista de la ciudad italiana de Milán. Pero para el mayorista milanés, la mala suerte no se detiene ahí, ya que la empresa ha vinculado casi toda su facturación al sector hostelero, devastado por el prolongado cierre de restaurantes y hoteles en toda Italia.
El puesto de ItalFrutta Distribuzioni en el mercado mayorista de Milán. De izquierda a derecha: Sandro Todaro (director), Lino Campanella (responsable de ventas de productos tropicales) y Umberto Musso (director comercial).
"El coronavirus ha complicado las ventas de productos tropicales, que han sido penalizadas por las campañas publicitarias que fomentaban el consumo de productos italianos", continúa el experto, quien ofrece un punto de vista hasta ahora poco considerado: el de las empresas cuya facturación depende de la comercialización de productos importados.
"Sobre todo las ventas de piñas han caído como consecuencia de la crisis sanitaria", recalca Campanella. "De hecho, los restaurantes, hoteles, bares y servicios de catering, es decir, los principales compradores de piñas, tuvieron que cerrar. El consumo de los hogares, obviamente, no ha podido compensar la caída en las ventas al sector hostelero. Además, el consumo en casa está más dirigido a un producto ready-to-eat, con el color y la madurez adecuados, penalizando el clásico producto verde o semiverde, que todavía representa alrededor del 80% del volumen total, ya que permite una mayor resistencia en el transporte".
"En América del Sur la cosecha está en pleno apogeo, y a pesar de la desaceleración del consumo, los agricultores se ven obligados a recolectar y exportar la fruta, con la consiguiente caída de los precios. Hasta que no vuelva la vida normal, el sector de la piña estará gravemente perjudicado, más que el de otros productos exóticos que, por varias razones, se mantienen a flote en los mercados", explica el responsable.
"Los precios, obviamente, sufren de esta situación y, por el momento, solo los productos de transporte aéreo, aquellos ready-to-eat, mantienen el precio estándar de 1,20 €/kg, mientras que el producto ordinario, es decir, las piñas verdes/semiverdes, se cotizan a 0,70 €/kg. El precio de antes de la crisis sanitaria para las piñas sin madurar era de 1 €/kg. Esperemos que en los próximos meses se produzca una recuperación, porque en este momento la demanda es casi nula", dice Sandro Todaro, director de Italfrutta Distribuzioni.