La campaña de ciruela empezó entre diez y quince días más temprano en Badajoz, principal zona productora de esta fruta de hueso en España. Los volúmenes de producción son alrededor de un 25% inferiores a los de la campaña pasada y, si bien el primer tramo de campaña ha sido bueno en cuanto a demanda, está empezando a bajar de forma preocupante. El sector está además acusando notablemente la falta del mercado brasileño este año, por lo que se espera un mes de julio muy complicado.
“La campaña de fruta de hueso está gozando de una alta demanda y precios, ya que hay mucha escasez de nectarina, la cual se paga al doble de precio respecto al año pasado, aunque también les va muy bien al melocotón, al paraguayo y al albaricoque. No obstante, la situación está complicándose bastante para la ciruela, tras un buen inicio para variedades como Black Splendor y a pesar de que, al haberse adelantado la cosecha, coincidimos con las últimas existencias de Chile en varios mercados. Los precios han bajado en pocos días de una media de 0,45-0,55 euros el kilo en origen a 0,30 euros el kilo en estos momentos”, cuenta Justo Redondo, gerente de la empresa extremeña Nogal Fruits.
“Ahora confluyen en el mercado unas 5 variedades distintas, algunas con una vida útil más corta, por lo que muchos agricultores están poniéndose nerviosos ante la falta de demanda y están malvendiendo la fruta. La ciruela de carne roja sigue vendiéndose, pero la ciruela de carne blanca apenas tiene demanda y me temo que parte de la producción se quedará por recolectar en los árboles”, añade.
De acuerdo con el productor y exportador, “se preveía un año fácil para la ciruela al haber al menos un 25% menos de producción, así como menos disponibilidad en Italia, mejor calidad, calibres más grandes que la campaña pasada y buenas expectativas de demanda, pero la pérdida del mercado de Brasil lo ha complicado todo bastante. Este país absorbió alrededor de 25.000 toneladas la campaña pasada, unos 1.000 contenedores, lo cual supone que el sector de la ciruela pierda directamente un 30% de su demanda”.
Los agricultores extremeños han realizado menos tareas de “entresaque” en el campo, al haber menos fruta disponible, lo cual ha reducido los gastos de producción en campo, aunque se suman otros gastos extra por las limitaciones de la crisis sanitaria.
La demanda no solo está estancada en Europa, sino en destinos más lejanos como los países de América Latina, donde la pandemia está más descontrolada. “En los mercados latinoamericanos está ocurriendo lo mismo que ocurrió en España en las peores fases de la crisis sanitaria. Muchas fruterías están cerradas y hay varios países cuyas monedas se han devaluado bastante. La economía se está resintiendo y los consumidores latinoamericanos optan por el producto local, más económico que el importado”.
En general, hay mucha presión en las ventas. “Los operadores del sector saben que este año no contamos con Brasil y están aprovechando esta coyuntura para bajar precios. Se están pagando, por ejemplo, precios de 1,00 € el kilo por el producto a la salida de almacén para destinos como Polonia”. De acuerdo con Justo Redondo, la mayor parte de la demanda viene indudablemente de la gran distribución. “Aquellos quienes no trabajan con cadenas de supermercados y solo producen ciruela, lo tienen muy difícil este año para vender. La verdad es que el año pasado había más ciruela disponible, pero costaba mucho menos venderla. Es una lástima que los agricultores vuelvan sufrir otro revés tras varias campañas seguidas complicadas”.
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Justo Redondo López
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